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Los Barrientos-Luque, una familia cordobesa comprometida con la infancia africana

Los Barrientos-Luque, una familia cordobesa comprometida con la infancia africana

Ana Rodríguez. En la Navidad de 2014 Emilia Luque, una funcionaria cordobesa, madre de dos jóvenes, recibió un mensaje de Whats’app que cambiaría su vida. Era un ‘reenviable’ pidiendo familias de acogida para dos menores de Kenia que se desplazarían a Córdoba para operarse. Animada por una de sus hijas, Emilia llamó para informarse y acabó abriendo las puertas de su casa a una pequeña que precisaba una intervención de corazón.

Fue el comienzo de la colaboración de Luque con la ONG Anidan, de la que actualmente es delegada en Andalucía. Una entidad cuyo epicentro se localiza en la ciudad swahili de Lamu (Kenia) -200 km al norte de Mombasa- siendo su cometido contribuir a mejorar la vida de la población local, especialmente de los más pequeños.

Emilia recibió en su casa, gracias a las gestiones de la Asociación Infancia Solidaria, a la pequeña africana, acompañada de su madre y un bebé de seis meses. Tras ser operada, al tiempo regresó a África, pero la familia cordobesa se había encariñado con ella, y trataron de asegurarse de que recibiera la asistencia adecuada en su país.

«Conocimos así a Anidan, una ONG que tenía un orfanato y, junto al mismo, un hospital pediátrico en Lamu, y les pedimos que admitieran a la niña en el centro porque necesitaba estar cerca del hospital», recuerda Emilia.

La cordobesa y su familia viajaron incluso a la región para visitar a la pequeña, descubriendo en primera persona el trabajo de la Organización y comprometiéndose con su labor.

Los Barrientos-Luque, una familia cordobesa comprometida con la infancia africana

Un trágico final

Por desgracia, la historia de aquel primer acogimiento no tuvo un final feliz. La niña falleció al cabo del tiempo y, al mes siguiente, una de sus hermanas, de dos años, se quemó el 80% del cuerpo. Emilia y su marido, el ginecólogo Rafael Barrientos Naz, lograron traerse a España a la pequeña, que fue intervenida en varias ocasiones. Pero la desgracia volvió a cebarse con la familia africana, muriendo la madre de las niñas. Luque y su esposo se hicieron cargo de los hermanos huérfanos, contribuyendo desde entonces a su cuidado en el orfanato de Anidan.

«Fue una experiencia traumática y esperanzadora. A la pequeña quemada y su hermanas las admitieron en la casa de acogida, y a otro de los hermanos lo tengo becado en Secundaria y al mayor en la Universidad», afirma Luque.

Aquella primera y difícil experiencia sentó las bases del compromiso de Emilia y los suyos con los niños africanos, a los que ha seguido acogiendo en su casa desde entonces y visitando en Lamu anualmente. Además, la funcionaria se ha convertido en el altavoz de Anidan en Andalucía, donde lleva a cabo diversas iniciativas para recaudar fondos.

Los Barrientos-Luque, una familia cordobesa comprometida con la infancia africana

Anidan: el reto de un viaje que salió mal

El origen de Anidan es bastante curioso. Su fundador es Rafael Sela Colorado, un madrileño que, hasta hace 16 años, vivía en Miami, donde era productor musical. A raíz de un viaje de ocio con amigos a Lamu, cayó enfermo y tuvo que ser atendido en un hospital de la zona. El conocer la realidad de aquel lugar, de los niños abandonados en las calles, lo cambió y, aunque regresó a Miami, su mente para siempre seguiría en Lamu. Al final, lo dejó todo y se instaló en África, haciendo contactos a diferentes niveles para poner en marcha un proyecto de futuro: Anidan.

Cabe destacar que las condiciones de vida en la ciudad keniata son muy duras. Carecen de red eléctrica o saneamiento, no hay coches, los desplazamientos se realizan en burro y la pobreza es extrema. La prostitución y la droga son dos grandes constantes. Asimismo, las mujeres no reciben formación y son objeto de matrimonios de conveniencia desde muy niñas. En medio de semejantes perspectivas, Anidan supone un rayo de luz entre tanta tiniebla.

Actualmente, la ONG cuenta con una casa de acogida para niños desamparados (el 50% son niñas), que atiende a 300 jóvenes, y con un hospital pediátrico gratuito al que acuden pacientes de toda Kenia e incluso de Somalia. Dos iniciativas que han supuesto un revulsivo para los 165.000 habitantes de Lamu, el segundo condado más pobre del país keniata.

La formación de los niños, una apuesta por su futuro

En concreto, Anidan atiende actualmente en su orfanato a 120 menores que estudian Primaria y se hace cargo de otros 180 que hacen Secundaria o están en la universidad, facilitándoles un alojamiento, manutención y personal que cuide de ellos. Además, muchos de estos jóvenes, cuando terminan su formación, regresan al orfanato o al hospital para trabajar en los mismos, ya como profesionales de ramas muy diversas, como la sanitaria o la docente.

De hecho, como explica Emilia, «los estudiantes de Anidan son brillantes porque saben que estudiar es la manera que tienen de progresar». Por ello, uno de los objetivos de la cordobesa es difundir la labor de la ONG y conseguir donaciones, tanto de particulares como de empresas, que permitan el sostenimiento y formación de menores y jóvenes en Lamu.

«Tenemos una chica que ha estudiado ingeniería y ha ganado un premio nacional, otras becadas en universidades, otra con 19 años que ha expuesto en Londres, porque contamos con un aula de arte que es un referente internacional. A ella vienen a impartir clases artistas de África y Europa. Hace dos años tuvimos a la pintora cordobesa Julia Hidalgo, que ofreció un curso. Los deportes también se potencian mucho, contamos con el apoyo del Real Madrid, que financia equipaciones, entrenadores… «, explica Luque.

Asimismo, Anidan trabaja en pos de la comunidad de Lamu, alimentando actualmente a 60 familias de niños acogidos y poniendo en marcha proyectos sociales muy diversos. Un ejemplo es el que desarrollan en Manda Maweni, un poblado donde el 80% de sus habitantes padece sida. «Anidan ha creado allí unas clases y se encarga de los profesores y de la educación de esos niños y le dan todos los días una papilla nutritiva», apunta la cordobesa.

Los Barrientos-Luque, una familia cordobesa comprometida con la infancia africana
Rafael Barrientos y Emilia Luque.

En Córdoba con el corazón en Lamu

Este verano, si el covid lo permite, Emilia y su familia regresarán a Lamu: «nosotros pasamos las vacaciones allí todos los años. Mi marido hace campañas ginecológicas en el hospital regional y tratamos de llevar a amigos, éste vendrán un dentista y una enfermera, para que conozcan aquello».

Además, este 2021, el doctor Rafael Barrientos tiene previsto un proyecto más ambicioso, una propuesta para formar a las keniatas en lo relativo a la maternidad. «Allí mueren cada año muchas mujeres y niños en el parto, porque además no van al hospital», señala Emilia.

El compromiso encomiable de esta familia cordobesa con la sociedad de Lamu le ha hecho apadrinar a numerosos niños, acoger a otros tantos en su casa cuando ha sido necesario por motivos formativos o sanitarios, e incluso recaudar fondos para financiar proyectos en la ciudad africana. Sin ir más lejos, Emilia consiguió 25.000 euros para una iniciativa de agricultura sostenible a base de hacer y vender pulseras solidarias para eventos.

Sabedores del bien que hacen, el matrimonio cordobés y sus hijas siguen dando a conocer a la sociedad andaluza la realidad de los niños de esta región de África e invitando a sus paisanos a hacerse socios o donantes para que Anidan continúe dando alternativas de futuro a los menores de Lamu.

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Puedes contactar con Emilia Luque y colaborar con Anidan en los emails:

  • emilia.luque@anidan.org
  • emilialugar@gmail.com