Huelva reconoce a Carmen Rovira y José Ponce Bernal con un tótem y un busto

La ciudad de Huelva ha rendido homenaje esta semana a dos de sus personajes ilustres. Por un lado, a una de sus Hijas Predilectas, la prestigiosa investigadora, historiadora y filósofa Carmen Rovira, a la que le ha dedicado un tótem en la calle Rico –en el número 44, donde estuviera la casa en la que vivió la mayor parte de su vida en Huelva–. Asimismo, la capital también ha rendido tributo esta semana al periodista José Ponce Bernal, descubriendo un busto en su honor junto al Centro de la Comunicación ‘Jesús Hermida’.

Tótem a Carmen Rovira

La inauguración del tótem a Carmen Rovira el pasado lunes se llevó a cabo en el marco de las jornadas organizadas por el Ayuntamiento de Huelva y la Academia Iberoamericana de la Rábida, contando también con la implicación de la Asociación de Memoria Histórica de la Provincia de Huelva y del Campo de Gibraltar, las Universidades de Huelva, la Autónoma de Madrid, la UNAM de México y la Universidad de Lisboa.

Una iniciativa con la que se quiere dar a conocer a onubenses y visitantes la «brillante» trayectoria de esta onubense ilustre y su aportación a la tradición humanista iberoamericana y la defensa de los derechos humanos.

Trayectoria

En el tótem puede leerse «Carmen Rovira Gaspar. Hija del ingeniero Miguel Rovira Malé y de Mercedes Gaspar Soler. Nació en la ciudad de Huelva el 27 de julio de 1923 y vivió en el número 44 de esta calle conocida como Castelar, actual calle Rico. Recibió el nombramiento de Hija Predilecta de la ciudad el día 25 de enero de 2020».

«En la Universidad Autónoma de México, Profesora, Investigadora e Historiadora de la tradición humanista iberoamericana de los siglos XVI al XX, de los pensadores que pusieron las bases del Derecho de gentes y de la convivencia entre los pueblos. Hija del exilio, ha mantenido siempre su compromiso con la defensa de la dignidad de todos los seres humanos. Su vida simboliza el abrazo de España y México».

Roviera tuvo que exiliarse muy joven a México a causa de la Guerra Civil, desarrollando allí una carrera académica y científica muy importante que la ha convertido en una de las principales figuras de la filosofía iberoamericana».

Busto de Ponce Bernal

Por otro lado, el alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, ha presidido esta semana el tributo a José Ponce Bernal, descubriendo un busto en su honor junto al Centro de la Comunicación ‘Jesús Hermida’.

De esta forma, el primer edil ha dicho que Huelva hace justicia con «un hombre comprometido con su tiempo, que dio su vida por sus ideas, firme defensor de los derechos de los periodistas y del libre ejercicio de la profesión», según ha indicado en una nota.

Con el trabajo de investigación realizado durante años por la periodista y doctora Felicidad Mendoza Ponce, a la que el alcalde ha aprovechado para felicitar «por un trabajo brillante», la ciudad de Huelva tiene la oportunidad de «ponderar la gran aportación de este onubense ilustre, recuperando esta figura tan importante en el ámbito de la comunicación», dando respuesta al reconocimiento reclamado por la familia de Ponce, la Asociación de la Prensa y el Colegio de Periodistas «para hacer justicia con el legado de este onubense».

Felicidad Mendoza Ponce, la biógrafa y nieta de José Ponce Bernal, ha querido agradecer, en su nombre y en el de su madre –Felicidad Ponce Bueno– y toda su familia, el «justo homenaje» que le rinde el Ayuntamiento de Huelva a quien «fue tan injustamente tratado»; y que «por fin tiene un lugar en el que estar, en el que quedarse, desde donde pueda contemplar la ciudad que le vio nacer, a la que tanto amaba».

Sobre José Ponce Bernal

José Ponce Bernal se inició en el periodismo como cronista deportivo en 1917 en el diario onubense La Provincia, con el seudónimo Blanqui-Azul. Más tarde formó parte de la redacción de El Defensor (Huelva) y en 1927 entró en plantilla de Diario de Huelva, donde fue redactor jefe hasta 1933. Entre otros, trabajó como corresponsal de guerra en el frente sur para el diario Claridad durante la guerra civil y escribió en Avance (Ciudad Real).

Vinculado con el movimiento sindical y corporativo onubense, cabe destacar su papel en la Federación Local Obrera (secretario) y en la Asociación de la Prensa de Huelva (vicepresidente). Perteneció a la Masonería en 1928 y en 1931 se erigió en presidente del Partido Republicano Democrático Federal de Huelva y en 1933 fue elegido vicepresidente regional.

Implicado en la revolución de octubre de 1934 fue condenado a siete meses de prisión. Al salir en libertad marchó a Madrid, donde lo sorprendió la guerra y no volvió a ver a su familia. El 30 de marzo de 1939 fue encarcelado en Almería y en abril de 1940 salió en libertad condicional. En Madrid fue detenido otra vez y el 5 de septiembre murió a causa de las torturas sufridas durante los interrogatorios.

En 1944, el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo abrió causa contra él, que quedó sobreseída al conocerse su condición de difunto. Su vida ha sido reconstruida gracias a la ingente documentación hallada básicamente durante la investigación, 394 artículos de prensa y cuatro causas judiciales.

Fuente: Europa Press