El mejor docente de Secundaria del país da clase en Granada

Rosa Alcántara. Los premios ‘Educa Abanca’ se celebraron por primera vez en España en el año 2018, también conocidos como los ‘Goya’ de la educación, premian a los docentes que destacan por su buena praxis en el aula y difunden su trabajo como ejemplo para el resto de la comunidad educativa. Unos galardones que destacan por dar voz al alumnado. ¿Quién mejor que ellos para proponer al mejor docente del país?

Entre más de 1.500 solicitudes ha destacado el proyecto que durante años lleva desarrollando el granadino Rafael Bailón Ruiz, galardonado con el premio ‘Mejor Docente de España 2020′ en la categoría de Educación Secundaria, que actualmente imparte clase de Lengua Castellana y Literatura en el IES Diego de Siloé de Íllora, en Granada.

Un profesor que desde pequeño lo tuvo bastante claro y cuando llegó la hora de elegir dudó entre la docencia y el periodismo, aunque con los años ha sido capaz de unir sus dos pasiones con el programa de radio ‘El rincón docente’ (en Radio Alfaguara) donde trata de visibilizar las buenas practicas en el aula de docentes que realizan trabajos increíbles, que deben ser reconocidos, trasladando así estas buenas practicas educativas al resto de centros.

Rafa Bailón nos atiende entre entrevista y entrevista, desde la publicación de su reconocimiento parece que todo el mundo quiere saber cuál es el secreto del profesor granadino para ostentar este puesto, y en sus primeras palabras nos confiesa que encuentra en la lectura a su gran aliado.

«Desde hace años tenemos una actividad, ‘Grandes Lectores’, nos cuenta, que funciona muy bien dentro del aula, gracias a la gamificación», es decir, ofrecer a los alumnos la posibilidad de aprender jugando. Los alumnos llevan en sus cuadernos un tablero (algo parecido al parchís) con distintos retos que deben superar, esa es la única forma de seguir avanzando en el juego.

Y es que, por todos es sabido, ya que todos lo hemos vivido, leer por imposición no funciona. «Necesitamos que los alumnos indaguen, descubran y lean — nos explica el profesor –, por eso en mis clases cada alumno elige sus libros», siempre que el contenido sea apropiado para su edad y les beneficie de alguna manera. «Al terminar los libros hacen una breve exposición frente a sus compañeros y ahí comienza el efecto dominó» que los incentiva a interesarse por nuevas historias. Títulos como ‘Wonder’, de Raquel Palacio, ‘El Club de los raros’, de Jordi Sierra i Fabra, ‘Invisible’, de Eloy Moreno, o ‘Un monstruo viene a verme’, de Patrick Ness, son muy frecuentes entre los alumnos de esa edad.

Y en un mundo globalizado, donde los jóvenes desde edades tempranas adquieren una especie de «admiración» por las nuevas tecnologías, el contenido audiovisual, el consumo rápido y renovado a diario, ¿cómo se consigue motivar e innovar en el aula? «Debemos adaptarnos a las necesidades educativas de cada clase», nos aclara. «Para mí — matizaba Bailón — es fundamental, primero, conocer a mi alumnado y saber qué preocupaciones tiene, conocer sus problemas, sus inquietudes y saber cuáles son los conocimientos que atesora para poder definir nuestros objetivos. Adaptando mi metodología e intentando acercarme ellos, por ejemplo, a través de las redes sociales con fines educativos».

¿Y cuál es el siguiente paso en el camino del docente para involucrar más a los alumnos? «Innovar, sin duda, esto nos permitirá sacar talentos ocultos en el aula, pero a veces nos cuesta salir de nuestra zona de confort y en la educación ese chip tiene que cambiar», apunta Rafael. La educación es «un pilar fundamental de cualquier sociedad y de este trabajo dependen las generaciones futuras».

Rafael no se considera un profesor pegado a un libro de texto y, en su opinión, es hora de que «el profesor de pizarra y tiza de paso a otro tipo de docente», los tiempos avanzan y es necesario «un equilibrio entre la metodología actual y las nuevas tecnologías» que repercuta en una mejora para el alumnado. «Los docentes tenemos que poner toda la carne en el asador, si hay algo que no funciona tenemos que auto evaluarnos y probar nuevas cosas hasta conseguir nuestro propósito», explica a Andalucía Buenas Noticias.

EDUCACIÓN EN TIEMPOS DEL COVID-19

La situación sanitaria en Andalucía es especialmente grave, la tercer ola del coronavirus avanza sin piedad y los colegios e institutos siguen haciendo malabares, con el apoyo de familiares y profesores, y con la implicación total de los alumnos y alumnas, para que este caos no afecte en exceso a su formación.

¿Qué tal el ambiente en clase? «la situación es complicada», nos confiesa Rafael. «Adolecemos de espacios físicos adaptados a la situación actual y es necesario reducir la ratio de alumnos por clase». «En otros países de Europa, líderes en educación, — nos explica el profesor lanzando una alternativa — es común que dos profesores trabajen en la misma clase». Este método es enriquecedor tanto para los docentes como para el propio alumnado al tener más de un punto de vista sobre los mismos temas en una situación “normal” y que, seguramente, sería de gran ayuda en la situación actual donde algunos centros desdoblan clases y otros optan por la semipresencialidad.

“El maldito virus nos está enviando un mensaje claro también en la educación, mostrando un sistema obsoleto, que debe reciclarse y en el que los docentes debemos aprender de nuestros alumnos», expone Rafael Bailón.

PROYECTOS CENTRADOS EN EL ACOSO ESCOLAR

Uno de los proyectos en el que está inmerso es ‘¿Invisibles?’, bajo su coordinación y junto a la del profesor José Luis Abraham, que tiene como objetivo concienciar al alumnado sobre el acoso escolar, intentando fomentar e inculcar valores como la autoestima, la libertad de expresión o la resolución de conflictos desde el diálogo.

Un proyecto que ha contado con la participación de caras reconocidas del panorama español como los actores de ‘La que se avecina’, el jugador de la NBA, Ricky Rubio, el nadador, David Meca o el diseñador de estrellas como Lady Gaga, Leandro Cano, y cuyos beneficios van destinados a la Asociación de Madres y Padres de Niños Oncológicos de Granada.

Y es que este profesor granadino, al que no se le puede desmerecer su trabajo incansable por ser la mejor versión de un docente, seguramente será recordado con cariño por sus alumnos y alumnas como ese profesor que los ayudó en momentos de dificultad y supo ver lo que otros no pudieron, por no estar a la vista. Incluso, quién sabe, puede que en un futuro amen la lectura. Rafael, una última pregunta, ¿qué está leyendo ahora? ‘Algún día hoy’ de Ángela Becerra.