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Rafael Molina, la superación de un emprendedor con discapacidad

Rafael Molina, la superación de un emprendedor con discapacidad

Paula Chacón. La inclusión social es una de esas asignaturas pendientes que tenemos como sociedad, y que tendrá que mejorarse para ser realmente justa y ofrecer una igualdad en derechos y oportunidades. Rafael Molina es una de esas personas a las que las circunstancias que le ha marcado la vida, las ha utilizado para salir reforzado, y con ello, ayudar a muchas otras a que tengan una oportunidad.

Rafa Molina, junto con su socio Néstor, fundaron la empresa cordobesa de limpieza Atenea Limpieza Integral en 2008, una empresa que cuenta en su plantilla con personal con algún tipo de discapacidad. Lejos de ser esto un hándicap, Rafa se muestra orgulloso de la empresa -y familia- que ha formado, y reivindica que el trabajo que realizan no se ve en ningún momento afectado.

SUPERACIÓN PERSONAL

Rafael nació con una miopía magna, una miopía agresiva que hacía que con tan solo 1 año, tuviese 23 dioptrías. Esta patología destruye la retina haciendo que se desprenda. Cuando era niño, recuerda Rafa, no existían los adelantos que hay en la actualidad, por lo que a la edad de 7 años, únicamente tenía un 0’1 de visión por su ojo izquierdo. Con el tiempo, el derecho también empeoró, teniendo en éste muy poca visión. Finalmente, y tras 18 operaciones, en 2015 tuvo la última en la que le extirparon su ojo izquierdo para evitar problemas mayores, una evisceración.

Esto hizo que Rafael tuviera que acostumbrarse desde joven a lidiar con los obstáculos que encontraba para realizar una vida estudiantil y laboral normal. «Estudié en Córdoba un FP de Electricidad. En su momento, rondaba finales de los 90, no existía un protocolo para casos como el mío, por lo que yo pedía pequeños cambios a la dirección del Instituto para facilitarme el aprendizaje. Recuerdo hablar con la Dirección del centro, y que me dijeran que no podían cambiar la forma de dar la clase, ya que era yo quien tenía que ir a un centro de educación especial. Esto me hizo pensar en las dificultades con las que nos encontrábamos estudiantes como yo, y realmente, lo fácil que era solucionarlo si los responsables quisieran.», confiesa Rafa. Los cambios que necesitaba eran tan simples como tener todas las asignaturas en una misma aula sin rotaciones, y que en ésta se cambiara la pizarra verde tradicional por una blanca con rotulador negro para que contrastara, facilitando así la visión a Rafa.

Para ponerle solución a esto comenta Rafa que, «tras la negativa del centro a realizar estos cambios, hablé con la entonces Presidenta de Acpacys de Córdoba sobre mi caso, y me animó a seguir luchando por esta adaptación. En la siguiente reunión con el centro, lo conseguimos. Me facilitaron hacer exámenes en A3 para mayor amplitud, o la entrega de herramientas como un flexo que me ayudaba a poder escribir. A día de hoy, me consta que existe un protocolo de adaptación para estos casos en el instituto, por lo que me alegra haber abierto puertas a otras personas con discapacidad«, explica.

Al dar el salto a la Universidad, donde estudió la carrera de Ingeniería Eléctrica, se ayudaba de medios tecnológicos como grabar la clase de cerca con una cámara y trípode que transportaba. O gestos tan comunes como fotografiar con el móvil la página de un libro y poder visualizarla ampliada, le han ayudado a llevar una vida con normalidad.

A día de hoy, va a ver los partidos de su hijo de 5 años con un prismático, porque como él dice «no me pienso perder ni un momento de mis hijos». Y es que este estudiante, empresario o padre, ha demostrado en todas sus facetas la importancia de facilitar una inclusión real y que, las dificultades de la vida «hay que pelearlas y no rendirse», afirma.

EMPRESA INCLUSIVA

Rafa había estado anteriormente en otra empresa junto con Néstor, pero llegada la crisis de 2007, pensaron que podían hacer las cosas de forma diferente, y se lanzaron a crear su propia idea de negocio, Atenea, una empresa inclusiva que en la actualidad es reconocida con la Calificación de Centro Especial de Empleo.

Rafael Molina, la superación de un emprendedor con discapacidad

Los trabajadores de Atenea se encuentran en un puesto adaptado a sus aptitudes. Como remarca Rafael, en Atenea tiene cabida cualquier persona con un acto tan sencillo como preguntar qué necesita para desarrollar correctamente su trabajo. «Incorporamos personas con algún tipo de discapacidad ya sea sensorial, física o psíquica. Por ejemplo, si tenemos un trabajador borderline, se puede ocupar de un trabajo más rutinario para que los cambios no le afecten, así como disponer de una persona de apoyo en su zona de trabajo. Pequeños gestos facilitan la vida a nuestros empleados y les ayuda a desarrollar perfectamente su trabajo«.

SERVICIOS QUE OFRECEN

«Nuestros clientes pueden ser tanto particulares como empresas, y nos dedicamos a multitud de servicios como limpieza en naves, talleres mecánicos, concesionarios, bloques comunitarios, mantenimiento de jardines y piscinas, etc. Hasta limpieza de cristales, abrillantado de suelos o servicios como limpieza de grafitis.», recuerda Rafa. Además, y por motivos lógicos tras la pandemia, la empresa Atenea ha notado un gran aumento de la demanda en servicios de desinfección y limpieza con ozono, ya que cada vez más empresas la solicitan por prevención y seguridad de sus trabajadores y clientes.

De hecho, la empresa de Rafa Molina es considerada un servicio de primera necesidad, por lo que incluso en los meses de pandemia no dejaron de trabajar. A pesar de este hecho, reconoce Rafa, la pandemia sembró ciertos meses de incertidumbre y una situación de dudas que poco a poco fue despejándose. Actualmente, Atenea Limpieza Integral está creciendo, y es que a sus 15 trabajadores actuales, tienen previsión de sumarle 2 personas próximamente.

Y nos preguntamos, ¿cómo optar a un empleo en Atenea Limpieza Integral? «Se trata de un proceso de selección de personal al uso, no es distinto a cualquier otro. Si bien es cierto, que portales como Por Talento, una plataforma de la ONCE, nos facilita el contacto con personas con algún tipo de discapacidad. Aún así, podemos hacer uso de cualquier bolsa de trabajo, o de conocidos que estemos al tanto de su situación… Realmente es un proceso no tan distinto al de cualquier empresa», explica Molina.

MÁS QUE UNA EMPRESA

Rafael Molina, la superación de un emprendedor con discapacidad

Rafael confiesa que de lo que más orgulloso se siente es de haber creado no solo una empresa, sino una familia. Reconoce que sus trabajadores le hacen saber que se sienten a gusto en la empresa, y muchos de ellos le cuentan la dificultad -a veces por prejuicios- que existe para contratar personal con alguna discapacidad. «Aquí cada trabajador se gana su puesto de trabajo, nadie les ha regalado nada. Son personas que rinden muchísimo y que realizan muy bien su trabajo. Además, entre el equipo se ha establecido una relación de amistad, y siendo una empresa pequeña, somos con una gran familia», finaliza Molina.