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La efigie de una mujer, una de las sorpresas del tesoro romano de Tomares

Este martes 27 de abril se cumple el quinto aniversario del descubrimiento en Tomares (Sevilla) del «tesoro» de diecinueve ánforas cargadas de monedas romanas, en el marco de las obras de acondicionamiento del parque periurbano de El Zaudín, con cinco mil quinientas noventa y seis de sus aproximadamente cincuenta y tres mil doscientas ocho piezas ya absolutamente catalogadas, conforme ha informado el profesor de arqueología de la Universidad Hispalense Enrique García Vargas, quien forma parte del equipo de científicos que estudia este gran conjunto de monedas romanas.

Fue el pasado 27 de abril de 2016, recordémoslo, cuando las obras promovidas por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) y el Consistorio de Tomares en el olivar de El Zaudín para acondicionarlo como un nuevo parque público favorecieron este descubrimiento arqueológico.

En concreto, a lo largo de estos trabajos, la pala de una máquina retroexcavadora arrastró en una de sus acometidas parte de un conjunto de 19 ánforas sepultadas bajo el firme, diez de las cuales resultaron fragmentadas o bien afectadas por el impacto de la pala mecánica.

El hallazgo de estas 19 ánforas llenas de monedas de bronce forma el mayor descubrimiento arqueológico de los últimos tiempos en la provincia de Sevilla y de los más esenciales en el ámbito estatal, cada vez que su ubicación tuvo un impacto de carácter mundial al hacerse eco medios de comunicación de no pocos países.

Una posterior excavación arqueológica del lugar supuso el descubrimiento de 105 monedas más sepultadas al margen de las ánforas, sumando el conjunto del tesoro unas cincuenta y tres mil doscientas ocho piezas o numos de bronce, conforme cálculos del equipo científico encargado de su investigación, pues nueve ánforas siguen todavía cerradas. Paralelamente, el conjunto del tesoro ha sido valorado en 468.230 euros por una comisión de expertos constituida para tal fin.

La tetrarquía

La cronología de las monedas, todas y cada una ellas de bronce aunque con pequeños contenidos de plata, ha sido fijada entre los años 294 y 312 de la era actual, es decir entre finales del siglo III y principios del IV.

Así, el «tesoro» se encuadra en el periodo de la Tetrarquía del Bajo Imperio Romano, un sistema de gobierno instaurado por el emperador Diocleciano en el año 293 y marcado por la conflictividad, siendo dividido el poder entre 2 augustos y dos césares, hasta que en el año 313 el gobierno fue reunificado en torno al augusto Constantino.

Transcurridos cinco años desde el hallazgo del citado «tesoro», depositado en el Museo Arqueológico de Sevilla para su investigación, el profesor Enrique García Vargas ha explicado que a lo largo de todos estos años, los trabajos y estudios en torno al conjunto de monedas «no se han detenido en ningún instante», si bien ha reconocido que estas labores han sufrido «contrariedades» a cargo de la pandemia de Covid-19 y las vicisitudes derivadas de ésta.

También ha incidido, conforme ha indicado, el cierre del Museo Arqueológico, instalado en el que fuera pabellón de Bellas Artes de la exposición iberoamericana de 1929, para su demandado proyecto de reforma y modernización, con el consiguiente traslado de la compilación del museo al Centro Logístico del Patrimonio Cultural de Andalucía, ubicado en La Rinconada.

La verdad es que hoy, según ha precisado Enrique García Vargas, ya están de forma plena «clasificadas» un total de 5.596 de las monedas del tesoro, es decir que tras el estudio de esas monedas, cada una de ellas cuenta con su pertinente «ficha informativa» con detalles como su peso, diámetro o bien su leyenda, conforme a los estándares «internacionales» en la materia.

Moneda con la efigie de una mujer

Las piezas de este «tesoro», conforme ha manifestado, pertenecen a «series monetarias» del planeta romano «muy conocidas y clasificadas», si bien su estudio ha lanzado algunas sorpresas, como es el caso de una moneda que presenta la efigie de una mujer, algo «no muy usual» en el periodo histórico al que corresponden estas piezas.

En paralelo, 2.482 de las monedas han sido ya sometidas a un «análisis de sus metales» para conocer la aleación específica de la que están compuestas, lo que ha llevado a Enrique García Vargas a explicar que estas monedas se encuadran en un periodo histórico del que constan «devaluaciones monetarias» con aspectos como la reducción del contenido de plata en las piezas. De ahí que, los resultados de estos análisis asisten a «estudiar esos procesos de depreciación».

Los análisis de las aleaciones metálicas de las monedas, además de esto, sirven para conocer los «procesos de corrupción» sufridos por las mismas y contar con más información para su mejor conservación, conforme ha agregado este investigador del departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla.

Siendo de esta forma las cosas, Enrique García Vargas ha recordado que la investigación científica de este gran conjunto de monedas romanas precisará «bastantes años», dado el ingente número de piezas y el hecho de que las ánforas descubiertas íntegras y selladas prosiguen sin ser abiertas. La apertura de las mismas, conforme ha indicado, va a ser acometida «cuando llegue el momento» preciso para esto en el marco de la investigación.

Fuente: Europa Press