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Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo 2021: dónde y cuándo ver la lluvia de estrellas

Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo 2021: dónde y cuándo ver la lluvia de estrellas

Las perseidas alcanzarán su máxima actividad este verano durante la noche del 11 al 12 de agosto, aunque en la víspera y la posterior será también alta, lo que permitirá ver un gran número de estrellas fugaces, en el fenómeno popularmente conocido como el de las lágrimas de San Lorenzo.

Según el Instituto de Astrofísica de Andalucía, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, (IAA-CSIC), la Luna, que alcanza su fase nueva el día 8 de agosto, se encontrará al inicio de su cuarto creciente, de modo que su brillo será “muy bajo y no interferirá en la observación”.

“Si las condiciones de observación fuesen idóneas podrían llegar a verse del orden de 100 estrellas fugaces por hora, pero el brillo de la Luna será uno de los factores que provocará que el número real de perseidas visibles descienda hasta unas 50″, ha apuntado José María Madiedo, investigador del IAA-CSIC.

MEJORES LUGARES PARA VER LAS PERSEIDAS EN ANDALUCÍA

  • Ribera del Guadiamar, en El Castillo de las Guardas en la provincia de Sevilla se puede convertir en una experiencia inolvidable para terminar este verano tan insólito.
  • En Cádiz un lugar idóneo son las playas de Zahara de los Atunes.
  • Si nuestro destino es Huelva, una buena opción para contemplar este espectáculo será la Playa de Isla Canela.
  • En Málaga, las Calas Torre del Pino se pueden convertir en nuestro destino perfecto.
  • En Almería, la Playa de los Muertos o el Cabo de Gata ofrecen excelentes emplazamientos.
  • En Granada podremos disfrutarlas en lo más alto desde Sierra Nevada, y si preferimos un pueblo tenemos opciones como ÓrgivaAlmodóvar del Río en Córdoba o Alcalá la Real en Jaén.

CÓMO SE PRODUCE LA LLUVIA DE ESTRELLAS

Las perseidas, uno de los espectáculos astronómicos clásicos del verano en el hemisferio norte, tienen su origen en el 109P/Swift-Tuttle. Este cometa completa una órbita alrededor del Sol cada 133 años aproximadamente y, cada vez que se aproxima a esta estrella, se calienta y emite chorros de gas y pequeñas partículas sólidas que forman su cola.

Todos los años, entre finales de julio y finales de agosto, nuestro planeta cruza los restos de esta cola, lo que provoca que estas partículas, denominadas meteoroides, choquen contra la atmósfera terrestre a gran velocidad.

Conforme la Tierra se va adentrando en esta nube de meteoroides que el cometa deja a su paso, el número de partículas va siendo cada vez mayor, por lo que la actividad de las perseidas aumenta.

“La mayoría de los meteoroides que se desprenden del 109P/Swift-Tuttle son tan pequeños como un grano de arena, o incluso menores. Cuando se cruzan con nuestro planeta, entran en la atmósfera terrestre a una velocidad a más de 210.000 km/h, lo que equivale a recorrer nuestro país de norte a sur en menos de 20  segundos”, ha señalado José Luis Ortiz, investigador del IAA-CSIC.

A estas velocidades el choque con la atmósfera es tan brusco que la temperatura de estas partículas aumenta hasta unos 5.000 grados centígrados en una fracción de segundo, por lo que se desintegran emitiendo un destello de luz que recibe el nombre de meteoro o estrella fugaz. Esta desintegración ocurre a gran altitud, normalmente entre los cien y los 80 km sobre el nivel del suelo.

Las partículas más grandes (del tamaño de un guisante o mayores) pueden producir estrellas fugaces mucho más brillantes, que reciben el nombre de bólidos o bolas de fuego.