Hospital almeriense activa un comedor para abordar trastornos alimentarios

El Hospital La Inmaculada de Huércal-Overa (Almería) ha puesto en marcha un comedor terapéutico en el marco de un programa integral de asistencia a las personas con trastorno de la conducta alimenticia «pionero a nivel andaluz» con el que se pretende normalizar las conductas y hábitos alimentarios, establecer un tiempo para las comidas, quitar rituales, crear un hábito saludable y erradicar mitos y falsas creencias en relación a la alimentación.

Con esta iniciativa, «la comida se convierte en una fuente de salud y el comedor en un espacio de socialización», conforme ha indicado la Junta, que ha recordado que los trastornos de la conducta alimentaria son un «relevante problema médico en las sociedades occidentales, con una mayor incidencia de aparición en la población adolescente».

Las consecuencias de esta clase de trastorno pueden ser tanto físicas –metabólicas, endocrinas, cardiovasculares, óseas– como psicosociales, ya que pueden dar lugar a alteración del sueño, cambios de humor, riesgo de suicidio, aislamiento social, mayor dificultad para mantener un conveniente desempeño académico, problemas familiares.

‘Como en casa’

De este modo, el comedor terapéutico ‘Como en casa’, gestionado por enfermeras de salud mental, pretende facilitar el compromiso activo de las personas en el proceso de su recuperación, proporcionándoles estabilidad, seguridad y protección. El comedor ofrece un menú concreto elaborado con el asesoramiento de especialistas en nutrición del Hospital La Inmaculada de Huércal-Overa en un entorno adecuado para la reeducación alimentaria, bajo la supervisión de enfermería.

El grupo actúa como un factor de apoyo mutuo donde los cuidados enfermeros van desde la observación activa durante la comida hasta la creación de vínculos terapéuticos.

De esta manera se fomenta la conciencia de enfermedad, la motivación y refuerzo de los logros, la responsabilidad y autonomía en sus decisiones, como la expresión de emociones, sentimientos y pensamientos, valorando los cambios positivos que se van realizando. De forma progresiva se reduce el foco en el alimento y se establece en otros aspectos más fundamentales de la vida de la persona, como son los amigos, la familia, los estudios o bien el trabajo.

El motivo de la puesta en marcha de esta esta experiencia piloto se debe al incremento de los trastornos de la conducta alimentaria tanto en adolescentes como en adultos. En verdad, hoy día se está estudiando la posible relación entre la pandemia del covid-19 y el aumento de los casos.

Si bien en el Área Norte de Almería se ha registrado desde dos mil siete una media de 2 o bien tres jóvenes por año, con un máximo de cinco diagnosticados con TCA, en el año dos mil veinte se ha constatado un aumento de casos nuevos, más en adolescentes, llegando a cerca de 20 casos.

Efectos de la cuarentena

El aislamiento sufrido durante el 2020 y 2021 ha provocado que, por una parte, los afectados pasen menos tiempo con su conjunto de iguales como fuente importante de refuerzo de conductas.

Por otro lado, ha habido una creciente y continua repercusión proveniente de determinados medios de comunicación, pero especialmente de las redes sociales frecuentadas por adolescentes y que han fomentado el ejercicio en casa y el cuidado de la alimentación, provocando que jóvenes que pudiesen tener previamente ciertas inseguridades o baja autoestima desarrollen finalmente un TCA.

Ante el citado incremento de los casos en los últimos meses, la Unidad de Salud Mental del Área Sanitaria Norte de Almería ha apostado de forma decidida por la implantación de nuevos programas como apoyo a la intervención comunitaria, abarcando tanto a adolescentes como a adultos.

Fuente: Europa Press