Aroma a Viernes de Dolores

Salvador Rivas Fernández. Azahar de primavera que anuncias la llegada de una nueva Semana Santa. Olor que llega a nuestras entrañas y nos hace recordar lo que está a punto de suceder.

¿Recuerdas cuándo llegaba este día y eras tan solo un niño? “Mamá, papá, hoy tenemos que ir a la Hermandad, ¿tengo el traje y la corbata preparados? ¿Y los zapatos? La medalla que no se me olvide que quiero que todos vean que no me falta detalle. Ah, y el pin de la Hermandad, casi se me olvidaba…”. Que vivencias aguardan en la retina de cada uno de nosotros, ¿verdad?

Hoy es Viernes de Dolores, viernes de nervios e ilusión en la Córdoba cofrade. Muchas Hermandades celebran hoy su tradicional Vía Crucis, en este caso, en el interior de la Iglesia para mayor recogimiento de todos sus Hermanos. Pero al fin y al cabo, rezo y oración ante Nuestros Titulares que siempre nos acompañan en nuestro caminar.
Hoy es viernes de visita obligada a la Señora de Córdoba en su templo. ¿Cuántas plegarias y rezos le llevarán sus devotos en este día tan especial?

Los balcones de esta bendita Ciudad amanecen engalanados anunciando que en tan solo unas horas dará comienzo esta Semana Santa tan peculiar pero que a la vez estará llena de sentimientos y actos especiales que la harán totalmente inolvidable.

Y que no se pierdan las tradiciones, torrijas, música e incienso para merendar antes de salir al encuentro esperado.

Bendita sensación la que vivimos en esta jornada cuando ya estamos en la Hermandad. El tiempo se detiene y cada instante quieres que sea eterno. Da igual en el sitio en que te encuentres, preparando las estampas que serán repartidas en la Salida Procesional, ayudando a los mayores en los últimos detalles o, simplemente, admirando a tus Titulares. ¿Quién no sueña con vivir ese momento en cada despertar?

Y llega la noche, los Vía Crucis de las diferentes Hermandades se suceden de manera simultánea. Algunos, incluso parece que por mandato de Dios, se cruzan y forman una especie de Carrera Oficial al transitar por la zona de San Lorenzo. Todo llega y todo termina, pero esto no ha hecho más que empezar. Este año, de nuevo, no sucederá de esta manera y toca volver a esperar, pero si algo sabemos los cofrades es precisamente eso, esperar.

El Viernes de Dolores llega su fin, o mejor dicho, a su buen fin. El trabajo está hecho, volveremos a casa agradecidos y, sobre todo, con un nuevo recuerdo en nuestro corazón.

Cofrade, alégrate porque una nueva Semana Santa está a punto de empezar. Sin procesiones en las calles, si. Pero con todo un repertorio alternativo de actos que te acercarán a lo más íntimo del sentido de la Hermandad.

Reza, siente, y sueña con unos días en los que la fe se haga más fuerte en nuestros corazones, en los que volvamos a sentirnos hijos de Dios y nos sintamos llenos de esperanza.