Miguel Ángel León. Aún no sabemos la decisión tomada por la UER (Unión Europea de Radiodifusión) por los fallos que el pasado 14 de mayo en Turín (Italia) se detectaron en el sistema de votaciones de algunos países.
Empecemos por el principio. El viernes por la noche hay un ensayo general (el segundo) que siempre es grabado por si surgiese algún problema que pudiera impedir la retransmisión del día de la Final de Eurovisión (sábado).
Ese viernes el jurado de todos los países participantes de ese año tienen que dar la votación de las 10 mejores canciones del concurso según sus gustos y criterios. Esos votos (secretos) van a la central de Eurovisión quedando grabados sin posibilidad de poder hacer ningún tipo de cambio.
El día de la gran gala del sábado los correspondientes comentaristas de cada país, en directo, vuelven a repetir las mismas puntuaciones que dejaron constatadas a la organización la noche anterior (viernes). Esa misma noche de la Final es donde los telespectadores pueden votar a sus canciones favoritas (televoto) y hacen el recuento de todos los puntos obtenidos de cada país sumando los del jurado internacional (primeros en votar) a los del televoto.
Anomalías en Eurovisión 2022
Pero este año han descubierto algunas «anomalías» a la hora de comunicar las votaciones de algunos países.
Una vez terminado el Festival, la organización de Eurovisión emitió un comunicado diciendo que habían detectado irregularidades en los votos de 6 países: San Marino, Rumania, Montenegro, Georgia, Azerbaiyán y Polonia.
Sus portavoces no pudieron dar sus puntos el día de la gala, siendo reemplazadas por otras que no tenían nada que ver con las que habían votado el día anterior (teniendo constancia de ello la organización del Festival).
La UER emitió un comunicado diciendo «se identificaron ciertos patrones de votación irregular en los resultados obtenidos después del segundo ensayo general. Para cumplir con las instrucciones de votación del concurso, la Unión Europea de Radiodifusión calculó un resultado sustituto para cada país involucrado en base a otros países con registros de votos similares».
Los hechos apuntan al responsable ejecutivo de Eurovisión, Martin Österdahl, que no dio las puntuaciones correctas de estos 6 países; unos votos que ya estaban emitidos y registrados desde el día anterior.
Comunicados de países afectados
En cuanto se dieron cuenta de estos fallos, países como Azerbaiyán y Georgia enviaron inmediatamente un comunicado urgente.
Azerbaiyán les dijo que «los 12 puntos se dieron a Ucrania (y no a U.K. como constató el responsable del certamen)… recalcamos que no dimos a los organizadores ningún derecho a anunciar votos en nombre de la televisión pública».
Algo parecido hizo Georgia diciendo en el comunicado: «12 puntos para un digno concursante, que en este caso era el representante de Ucrania» ( y no para U.K. ).
Los de Rumanía, que en su votación les daban el 12 a Moldavia, también se las cambiaron por un 12 a Ucrania (para el asombro de la portavoz rumana que no se explicaba el porqué de dicha decisión).
Moldavia les ha dicho que por su parte todo está bien.
La directora de comunicación y participación de RTVE, María Eizaguirre, ha dicho, en la última rueda de prensa dada hasta ahora, que «el resultado es el que es, ha ganado Ucrania porque el televoto le dio ese apoyo mayoritario y por nosotros está, según la información de la que disponemos, todo en orden».
Chanel solo añadió : «Nosotros somos artistas, nosotros hemos hecho nuestro trabajo y lo que tenga que pasar pues pasará… con lo que hemos hecho encima del escenario nosotros aquí ya hemos ganado«.
¿Chanel secundary?
De todo esto, lo único que podríamos sacar en positivo es la subida de 1 puesto en la clasificación definitiva (si se respetara la «nueva votación») y pasaríamos de estar en la tercera posición a ser «secundary«.
Chanel transformaría sus 459 puntos obtenidos en la primera votación en 461 puntos, mientras que U.K. pasaría a tener 8 puntos menos y sus 466 puntos obtenidos en la Final se reducirían a un total de 458 puntos haciendo que nuestra representante pasase a ser segunda en la clasificación final.
Todo esto no implicaría el tener que celebrar el Festival de la canción de Eurovisión en España. Si Ucrania renunciase a organizarlo por imposibilidad, debido a la situación injusta por la que esta pasando, serian ellos los que decidiría el país donde se celebraría el próximo año (entre los candidatos que se presentasen como opción).
Ya hay varios países que han manifestado el deseo de organizar el Festival el año que viene, entre ellos está España. Algunas de nuestras comunidades ya han enviado como propuesta algunas ciudades para albergar la edición del próximo año 2023 entre las que se encuentran Sevilla, Valencia, Las Palmas de Gran Canaria, Benidorm, Mérida, Torremolinos, Barcelona, Madrid…
Pero esto no es nada fácil ya que deben cumplir una serie de requisitos para ser opcionales como es el de tener un aeropuerto internacional, un recinto con capacidad para 16.000 espectadores, un edificio extra para la prensa, 2.000 plazas hoteleras, etc.,así que no todas son válidas para celebrar el Festival.
0 votos de Italia
Continuando con «los entresijos de esta edición», me gustaría recordar otro de los «incómodos momentos» vividos en el certamen: el «Cero» de Italia a España.
Después de las desafortunadas e hirientes palabras del comentarista de la RAI (Radiotelevisión Italiana) hacia nuestra representante Chanel, Italia fue el «único» país que no nos dio ni un solo punto. Quizás utilizaron la estrategia de «cómo hacer que su candidatura saltara por encima de sus rivales para quedar entre las primeras».
Italia era una de las favoritas en las apuestas para ganar este certamen hasta que a última hora sufrieron un «Chanelazo».
El día anterior al certamen, España conseguía subir en las apuestas de pago (de ser quintos a un tercer lugar). Sin embargo a los representantes Italianos Mahmood y Blanco les pasó todo lo contrario. Después de colar su canción entre las primeras durante más de un mes, vieron cómo caían varios puestos en el último momento. Quizás, ante este derrumbe, decidieron no votar a una de sus mayores rivales, Chanel, para así intentar subir algún puesto.
Viendo el resultado final ese «mal gesto» no les sirvió de nada. Consiguieron la séptima posición (mucho más bajo de lo que esperaban).
Pase lo que pase, lo que sí podemos tener muy claro es que «Chanel ha ganado»… popularidad internacional. Y esto es solo el primer triunfo de todos los que le quedan por venir y vivir. ¡Tiempo al tiempo!
