Andalucia Buenas Noticias

La medicina psicológica en tiempos de covid-19: pensar en «el aquí y el ahora»

La medicina psicológica en tiempos de covid-19: pensar en "el aquí y el ahora"

Europa Press. A unos días de cumplirse el aniversario de la declaración del Estado de Alarma en el país, los neurólogos aseguran que para frenar el deterioro cognitivo causado por el aislamiento debemos cultivar la capacidad de «no vivir en el futuro«. Conforme ha explicado la neuropsicóloga del Centro de Medicina neurológica Avanzada (CNA), Elísabeth Rodríguez, «el incremento de consultas por quejas cognitivas recibidas en nuestros centros se han visto asociadas, en muchos casos, al impacto emocional que la soledad implica y los cambios en la rutina y actividades a la que nos hemos visto expuesto.

Rodríguez afirma que «atender estas emociones y gozar del aquí y ahora nos puede asistir a combatir muchas de estas emociones negativas y eludir por ende un declive cognitivo».

En este sentido, resalta que una de las capacidades del ser humano es la de visualizar posibles resultados futuros que nos deje avanzar como personas y como especie y, por esta razón, la experta apunta que «si algo nos ha recordado la pandemia es que el futuro es incierto por lo que nos dirige a centrarnos en el el día de hoy, donde priorizar el bienestar emocional en las pequeñas cosas al día y dejar que las emociones fluyan, centrándonos en el día tras día».

Rodríguez explica que a pesar de las secuelas psicológicas y neurológicas que el Covid-19 ha generado, afortunadamente «muchos hemos reconsiderado el valor del tiempo que compartimos con nuestros seres queridos e incluso hemos debido aprender a atender muchas emociones que nos invaden, como manejar la preocupación o la ansiedad».

Conforme la experta del CNA, esta situación sobrevenida podemos enfocarla desde «una perspectiva constructiva y esto es beneficioso para la estabilidad sensible del individuo, tan precisa a nivel psicológico y cognitivo» puesto que «atender nuestras emociones y cuidar la interacción social con los demás así como la realización de actividades que nos asistan a sentirnos bien, contribuye a nuestro bienestar psicológico y favorece sostener una reserva cognitiva que nos protege frente a un posible deterioro».

Aislamiento

Sin embargo, una de las peores lacras que ha golpeado con más fuerza a nivel del mundo ha sido la soledad, llegando incluso en países como el nipón a ser la causa del aumento de muertes por suicidio. Una mortalidad especialmente pronunciada entre las mujeres, que aumentó un catorce con cinco por ciento con respecto al año precedente.

Con el propósito de frenar esta situación de soledad y como ya hizo Reino Unido hace un par de años, tanto en Japón como en Alemania se ha creado un Ministerio de la Soledad para regular la lucha contra el aislamiento social, destacan los expertos.

En este país casi cinco millones de personas encaran el confinamiento en soledad ya que, según los últimos datos del INE relativos a dos mil diecinueve, en España 4,79 millones de personas viven solas, un 1,3 por ciento más que el año precedente, y de ellas 2 millones son mayores de sesenta y cinco años.

Desde el CNA explican que a nivel sicológico la soledad produce «sensación de abandono, falta de contestación emocional, facilita la apatía, la inactividad y, además, favorece la aparición de síntomas de depresión, al no contar con absolutamente nadie con quien compartir y sentirnos queridos».

Además de esto, añaden que en los pilares esenciales de nuestro bienestar sicológico se encuentra la actividad social, compartida con la actividad cognitiva, física y el tener un ‘plan vital’. «Cuando hablamos de componente social no hacemos referencia solamente a la familia o a conocer nuevas personas sino en la interacción social de por sí: que alguien nos hable, poder compartir nuestra opinión, que nos escuchen», asegura.

«Poner en pie verbalmente muchas de las cosas que sentimos y pensamos asimismo nos ayuda a tener un pensamiento crítico y a ser siendo conscientes de ello, con lo que es fundamental asimismo para la identificación y reconocimiento emocional de este modo para su ajuste». «Cuando estamos solos y no tenemos motivación en nuestro cada día, nuestra estabilidad sensible se tambalea», subraya Rodríguez.

Colectivos más afectados

En esta línea y conforme la experta del Centro de Neurología Avanzada, en España los colectivos que pueden haber sufrido de forma aguda las consecuencias de la soledad son los que menos integración social tenían antes de esta pandemia. Entre ellos resalta a «las mujeres en situación de maltrato o los drogodependientes, cuyos programas de rehabilitación se han podido ver perturbados por la pandemia». «Los colectivos con discapacidad que han visto desaparecer la rehabilitación y las rutinas que tenían establecidas también se han visto en especial perjudicados».

En estos casos, es fundamental «poder establecer una red de apoyo entre distintas personas y colectivos que puedan estar en esta situación para favorecer el compartir gustos, aficiones y inconvenientes con personas a las que en un inicio puedan conocer o no, pero con las que se pueda entrar en contacto, aunque sea de forma virtual».

La soledad por consiguiente es «un síntoma que la pandemia ha mostrado pero que existía de ya antes y probablemente en un mañana vaya a acentuarse». En el futuro más que educar a eludir la soledad, la doctora Rodríguez recomienda «dar al paciente las herramientas para empoderarlo y que pueda supervisar y administrar sus emociones cuando se sienta solo».

Para ello es primordial ponerse a cargo de especialistas como los del Centro de Medicina neurológica Avanzada, el mayor centro neurológico extrahospitalario del país, que cuenta con su sede principal en Sevilla así como las sedes satélites (CNA) en Huelva, Jerez de la Frontera, Chiclana de la Frontera y Málaga y donde se efectúan más de 18.000 consultas al año con un seguimiento adaptado y continuado al servicio del paciente.