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Córdoba, puntera en secuenciación masiva y bioinformática

Ana Rodríguez. Los términos biotecnología y bioinformática son palabros que se nos antojan, en principio, incomprensibles. Sin embargo, no son más –explicados de manera muy divulgativa- que la aplicación de la tecnología y de la informática, respectivamente, al ámbito de la biología o estudio de los seres vivos para obtener información y crear o modificar aspectos concretos.

Las aplicaciones de estas disciplinas científicas son cada día más numerosas. Si bien en nuestra tierra su desarrollo se había circunscrito a ámbitos meramente académicos, hace algo más de dos años tres estudiantes de la Universidad de Córdoba (UCO) decidieron crear su propia empresa dedicada a estas materias. Nacía Bio Knowledge Lab (BKL), la única empresa privada de Andalucía, y una de las pocas de España, que dan apoyo a la investigación ofreciendo servicios de bioinformática y biotecnología.

La idea se gestó en 2018, cuando Miguel Pérez y José Emilio Muñoz –junto a otro compañero que al poco abandonó el proyecto- estaban terminando el Grado de Bioquímica. Era la tercera carrera de José Emilio, quien ya era electrónico e informático, pero a raíz de padecer una enfermedad, empezó a interesarse por la bioquímica para entender mejor qué le pasaba. Por su parte, Miguel, el socio más joven, había sido investigador en el seno de la UCO, realizando estancias en Huelva y Sevilla ligadas a becas.

Miguel Pérez y José Emilio Muñoz son los fundadores de BKL.

Bio Knowledge Lab echó a andar en septiembre de 2018 y en abril de 2019 se integró en la aceleradora de startups ‘El Patio’, empezando Miguel y José Emilio a asistir a congresos y otros eventos que contribuyeron a dar visibilidad a la empresa.

Para entender a qué se dedican en concreto, Pérez explica: “somos punteros en secuenciación masiva, que es la forma en que obtenemos datos de manera masiva, y en bioinformática, que es la herramienta para analizar toda esa información. Por ejemplo, la secuenciación nos serviría para estudiar una cadena de ADN y la computación y bioinformática para analizar los datos obtenidos. Es algo tan relativamente nuevo que cada vez hay más grupos de investigación que se están metiendo en este mundo, que es difícil”.

En este sentido, la empresa ofrece soluciones 360º, empezando por los kits de extracción de muestras y reactivos –tienen su propio laboratorio-, para luego secuenciar los datos obtenidos y analizarlos a través de herramientas bioinformáticas.

Y es que BKL se dedica a dar soporte a grupos de investigación de universidades, centros de investigación, biofarmacéuticas, fundaciones de investigación y todo tipo de empresas y centros dedicados a las ciencias básicas. “Somos un partner estratégico en sus proyectos científicos”, asegura Miguel.

Premios Andalucía Emprende y AJE 2020

Por su apuesta innovadora, BKL ha sido merecedora en sus escasos dos años de vida de varios premios. Uno de ellos, el ‘Premios Andalucía Emprende Córdoba‘ en la categoría ‘Crea’ (jóvenes empresas con menos de tres años de vida), que otorga la Consejería de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo, a través de Andalucía Emprende.

También la Asociación de Jóvenes Empresarios de Córdoba les concedió el pasado 2020 su máxima distinción, el Premio AJE en la categoría de de iniciativa empresarial. Según la entidad, BKL fue merecedor de la distinción por “el dinamismo de su equipo, con gran capacidad de adaptación y conocimiento del sector, se suma a la tecnología y metodologías para dar la mejor solución, producto o servicio a cada cliente”.

Entrega del Premio AJE Córdoba.

Para Miguel “estos premios han sido una inyección brutal de energía. Aunque soy de la provincia de Huelva, me siento cordobés porque llevo aquí mucho tiempo, y que se reconozca el trabajo que estás haciendo, tu proyecto, es genial. Aquí tenemos mucho potencial y queremos situar a Córdoba y a Andalucía como referentes en estos sectores”.

Pérez pone de relieve, asimismo, el apoyo recibido por parte de entidades públicas como el IMDEEC, la Junta de Andalucía o la propia AJE, que han “apostado por un proyecto de innovación en el uso de las nuevas tecnologías, a la vanguardia del sector. Eso habla de cómo quieren que sea el futuro de la zona”.

Proyectos

Desde BKL también promueven la investigación al margen de su oferta de servicios. En este sentido, están participando en un proyecto, junto a la investigadora Rosa León de la Universidad de Huelva y otros científicos de la Universidad de Granada, para conseguir nuevos compuestos anticancerígenos a partir de microalgas que viven en ambientes extremos del litoral atlántico andaluz.

Los primeros resultados son muy prometedores y en mayo queremos presentar los finales”, informa Pérez. Y es que el objetivo de este estudio preliminar es sentar las bases de un proyecto más ambicioso, consistente en utilizar herramientas computacionales para desarrollar y diseñar nuevos fármacos para combatir el cáncer.

Por otro lado, este 2021, los emprendedores de BKL también se plantean dar un paso más a nivel empresarial y potenciar al desarrollo de la parte computacional de su negocio, adquiriendo para ello el equipamiento más adecuado, así como desarrollar nuevas metodologías bioinformáticas.

El equipo de BKL en las instalaciones de la empresa.

La biotecnología, una disciplina con mucho futuro

Por último, Miguel Pérez destaca que la actual situación de crisis sanitaria no ha hecho más que demostrar «la importancia que tiene la investigación en ciencias de la vida y la inversión en estas áreas. Tener un conocimiento más completo y profundo puede ayudar a combatir la próxima pandemia o problema de salud pública».

En esta línea, según el bioquímico, «Andalucía tiene que generar un conocimiento que nos ayude a solucionar los problemas del futuro, que serán cada vez más complejos. Córdoba se ha dado cuenta de eso y está dando los primeros pasos para poner en marcha una bioincubadora, CórdobaBiotech. La biotecnología es un sector más importante de lo que creemos y estamos asistiendo a una revolución en él».

En suma, con empresas como BKL, Andalucía demuestra una apuesta por la aplicación de la tecnología y la información al estudio de problemáticas que afectan, entre otras, a la salud de las personas, en busca de soluciones que mejoren el presente y el futuro de la humanidad.