«No es raro que algunas personas desarrollen síntomas alérgicos por primera vez en la adultez», explica el doctor Ignacio Ansotegui, jefe del Servicio de Alergología e Inmunología del Hospital Quirónsalud Bizkaia

El doctor Ignacio Ansotegui, jefe del Servicio de Alergología e Inmunología del Hospital Quirónsalud Bizkaia, alerta sobre el aumento de casos de alergias que debutan en personas adultas aparentemente sanas

Estornudos, ojos llorosos, picor en el paladar o molestias digestivas. Síntomas que muchas personas asocian a un simple resfriado o a un episodio pasajero, pero que pueden ser el primer aviso de una alergia desarrollada en la edad adulta. Aunque tradicionalmente se ha relacionado la alergia con la infancia, cada vez son más los adultos que presentan reacciones alérgicas de forma repentina. 

«El debut de una alergia puede darse a cualquier edad. Aunque lo más habitual es que aparezca en etapas tempranas de la vida, no es raro que algunas personas desarrollen síntomas alérgicos por primera vez en la adultez», explica el doctor Ignacio Ansotegui, jefe del Servicio de Alergología e Inmunología del Hospital Quirónsalud Bizkaia. 

Cambios en el entorno y en el organismo 
Entre los factores que pueden desencadenar una alergia tardía se encuentran la exposición acumulada a alérgenos, la contaminación ambiental o incluso algunos cambios hormonales. «La polución, por ejemplo, afecta al sistema inmunológico innato, que hoy sabemos que es tan relevante como el sistema inmune específico. Este desequilibrio puede favorecer la aparición de reacciones alérgicas», indica el doctor Ansotegui. 

Un ejemplo común es la rinitis estacional: muchas personas adultas comienzan a sospechar de una alergia cuando cada primavera padecen los mismos síntomas que confundían con catarros leves. En otros casos, se trata de alergias alimentarias que debutan de forma inesperada. «Es típico del adulto que un día, tras haber comido marisco muchas veces sin problema, note que se le hinchan los labios o que le cuesta tragar. En ocasiones esto puede estar relacionado con una sensibilización previa a los ácaros del polvo, ya que algunas proteínas son similares», explica el especialista. 

«¿Y si nunca he tenido alergia?»
Un estudio reciente de la European Academy of Allergy and Clinical Immunology (EAACI) señala que hasta un 30% de la población europea experimenta algún tipo de enfermedad alérgica, y se prevé que esta cifra siga aumentando debido al cambio climático, la contaminación y los hábitos de vida actuales. 

El doctor Ansotegui recuerda que, en muchos casos, los primeros síntomas han pasado desapercibidos durante años o se han confundido con otras patologías. «Una clave es observar si los síntomas se repiten siempre en las mismas épocas del año, si mejoran con la lluvia o si aparecen tras el contacto con ciertos alimentos o animales. En esos casos, conviene acudir a un especialista en Alergología para realizar pruebas diagnósticas», aconseja. 

Diagnóstico precoz y tratamiento 
El abordaje de la alergia en adultos incluye tres pilares fundamentales: evitar el alérgeno cuando sea posible, tratar los síntomas con fármacos como antihistamínicos o inhaladores, y, en algunos casos, recurrir a la inmunoterapia. «Este tratamiento permite modificar la respuesta inmunológica del paciente para que deje de reaccionar ante el alérgeno. Es el único enfoque que busca una solución a largo plazo», destaca el doctor Ansotegui.