Hotel covid Mallorca: el viaje de sus vidas que no olvidarán

Ana Rodríguez. El hijo de Arancha de la Fuente tiene 17 años y es de San Fernando, donde este año ha cursado 2º de Bachillerato en el Colegio Compañía de María. El 18 de junio hizo la PEvAU, antigua Selectividad, último paso para cerrar su etapa escolar. Para celebrarlo, junto a sus compañeros había planeado un viaje de fin de curso que iba a ser, como bien reconoce su madre, «el viaje de sus vidas». Ése que sirve para cerrar la etapa del colegio e iniciar la de la universidad, el último con los amigos con los que llevas toda la vida en clase y con la mayoría de los cuales no volverás a coincidir, ése que marca el paso a la madurez y a la mayoría de edad…

Pero este adolescente y sus amigos cometieron un error al elegir destino: Mallorca. El joven de 17 años es uno de los españoles –183, en concreto, andaluces– aislados en el Hotel Palma Bellver de Mallorca, el conocido como Hotel covid de la isla balear. Desde la noche del domingo, 27 de junio, el joven gaditano y sus cerca de 40 compañeros de viaje están custodiados en habitaciones del Palma Bellver, de dos en dos, tras ser trasladados desde el Hotel Casandra, donde había hecho su reserva.

«Nosotros queríamos mantenerlos en el Casandra confinados y hacerles allí las PCR porque en ese hotel no hay casos covid, pero nos impidieron hacerlo«, afirma Arancha de la Fuente. Y continúa: «intentamos hacerles las pruebas de forma privada, pero los guardias civiles que los vigilaban en la puerta decían que no iban a permitir que entrara ningún laboratorio».

Al final, en la noche del 27 de junio, según informa de la Fuente, sin que ninguna autoridad del Gobierno balear informara o hablara con los padres de los chavales,  algunos aún menores, este grupo de gaditanos fue trasladado al Hotel covid, donde les practicaron test de antígenos que han resultado negativos. «También les hicieron PCR y estamos esperando resultados», confirma la angustiada madre.

Decisión de la Consejería

La Consellería de Salud y Consumo del Gobierno de las Islas Baleares está llevando a cabo estos días un rastreo masivo desde que se detectó el brote en Mallorca ligado a viajes de fin de curso. En concreto, según los últimos datos de este lunes, 28 de junio, aportados en su web por la Consellería han «detectados 265 jóvenes provenientes de Galicia, el País Vasco, Andalucía y Madrid, que todavía están de viaje en varios hoteles de Mallorca, que podrían haber tenido una relación directa o indirecta con el brote«.

Y es que, el Gobierno balear está «considerando contacto estrecho, no sabemos bien de quién, a todos los que están de viaje de fin de curso procedentes de la Península en las islas, hayan llegado cuando hayan llegado», afirma Arancha indignada.

«Sin embargo, mi hijo podía ver ingleses de su edad que estaban en Mallorca y disfrutaban de las instalaciones del hotel. Cuando la consejera confine a los británicos, que van de viaje de fin de curso, despedida de soltero, o a quemar Mallorca, me callaré. Pero el criterio selectivo que han adoptado de considerar contacto estrecho a todo peninsular de viaje de fin de curso… Ha sido un lavado de imagen del Gobierno balear. Han permitido macroconciertos como el día 18 en la Plaza de Toros con permiso del Ayuntamiento de Mallorca, y ahora confinan a nuestros hijos», apunta indignada Arancha.

Sin fecha de regreso

Asimismo, esta madre gaditana no sabe qué pasará con su hijo cuando les den los resultados de la PCR si son negativos. «El grupo de Córdoba ha dado negativo y no los dejan irse. No sé si los tendrán allí 10 días o los que les dé la gana«, destaca de la Fuente.

No ocurre lo mismo con los monitores que acompañaban a los gaditanos del Colegio Compañía de María, que habían gestionado el viaje con una agencia. «El personal del Hotel Casandra y los monitores que los acompañaban son las personas que nos han mantenido informadas en todo momento», admite Arancha, «pero a los monitores no lo han metido en el hotel covid, los han dejado volver».

Mal servicio del hotel covid

Asimismo, de la Fuente ha trasladado que los jóvenes aislados en el hotel covid se han quejado de la alimentación que se les está proporcionando. «Para desayunar les han dado un bizcocho y una naranja y cuando han llamado al servicio de habitaciones para pedir que les mandaran algo más les han dicho que en los hospitales eso es lo que se come«, afirma Arancha impotente.

En el caso de los padres de estos niños de San Fernando, ya han presentado escritos para pedir la intermediación y que se tomen medidas. Además, van a ser recibidos por la alcaldesa de la localidad. «Los únicos que nos han prestado atención desde el primer momento han sido los medios de comunicación», admite.

Por tanto, encerrados y sin saber qué va a pasar en las próximas horas, más de un centenar de jóvenes andaluces están viviendo, desde luego, el viaje de sus vidas, aunque no es en absoluto como esperaban. Sus familias, asustadas e indignadas, claman por ellos desde Andalucía. Quieren respuestas e información.