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Andalucía apoya a jóvenes brillantes para formarse en EEUU

Andalucía apoya a jóvenes brillantes para formarse en EEUU

Laura, Ignacio, Guillermo y Elena son cuatro de los once jóvenes que disfrutan este año de becas Fulbright para completar su formación en universidades americanas con el apoyo de la Junta de Andalucía.

Como resalta la administración regional en una nota de prensa, a estos casos se suma el testimonio de Aylen Rodríguez Ferrari (Argentina, 1989), quien llegó a Almería con 12 años, donde se licenció en Derecho, también es becaria Fulbright pero ya ha completado su formación y está de regreso después de dos años cursando un posgrado en Políticas Públicas en la Universidad George Washington.

La Junta destaca que Fulbright es «sinónimo de excelencia» en el ámbito académico y de la investigación, pues sus prestigiosas becas ofrecen la oportunidad de cursar estudios de posgrado o realizar estancias predoctorales en reconocidos centros y universidades de Estados Unidos.

Optar a ellas solo está reservado a los perfiles más brillantes y mejor formados de cada rama del conocimiento. De entre los candidatos que cada año se eligen en los más de 150 países que colaboran con este programa internacional para completar la formación universitaria e investigadora, en 2021 once serán andaluces o con vinculación con la comunidad.

Sus nombres, con toda probabilidad, serán los que rubriquen los avances más significativos, tanto en investigación básica como aplicada, para el progreso y el bienestar de la sociedad andaluza y española de los próximos años.

Experiencia Erasmus, grados con las máximas calificaciones, másteres –muchos, con varios–, otras becas de formación e investigación, publicaciones o ponencias, y la mayoría, con estudios de doctorado en curso. Un vistazo rápido a los currículos de estos once jóvenes pone de manifiesto que son la excelencia de los universitarios e investigadores en formación en Andalucía y, probablemente, la élite del saber de mañana.

Esos méritos demuestran también años de entrega y pasión por la ciencia, curiosidad por todo lo que les rodea y compromiso por dar respuesta a los retos que desafían nuestra existencia en los más diversos campos, desde el estudio de las religiones hasta la inmersión en la neurociencia.

La mayoría de ellos ha iniciado una carrera científica que como sociedad debemos aspirar a que esté a la altura de sus aspiraciones.

Laura, Ignacio, Guillermo y Elena. Ellos son cuatro de los once estudiantes de posgrado o de doctorado que han logrado hacerse con esta beca e iniciarán su experiencia en universidades y centros de primer nivel científico de EEUU después del verano, entre las que destacan Columbia, Harvard, Stanford o Nueva York.

Sus intereses son muy diversos, pero todos afrontan con ilusión esta nueva etapa gracias a la Fundación Fulbright y la Consejería de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades, que será la que patrocine económicamente su estancia en los destinos seleccionados.

Laura Melgar, Guillermo Barrios y Elena Quintero realizan estudios de doctorado en universidades públicas andaluzas y a su vuelta de EEUU regresarán a Andalucía para concluir sus tesis.

Ignacio Ojeda, en cambio, tiene un perfil diferente al de sus compañeros, es músico y ha llevado a cabo sus estudios en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, en la especialidad de piano clásico.

Esta experiencia internacional les permitirá, además de avanzar en sus respectivas áreas de investigación, adquirir y compartir técnicas y metodologías nuevas y les reportará una valiosa red de contactos.

Todo ese bagaje profesional, sumado a la experiencia personal y al enriquecimiento cultural que experimentarán, se convertirá en un activo muy apreciado para los centros o universidades en los que continúen desarrollando su carrera científica y artística.

En todos confluye el deseo de poderla desempeñar en la comunidad para contribuir de forma valiosa al progreso de la ciencia y la música con sello andaluz, aunque no descartan seguir creciendo en el extranjero: la movilidad del personal investigador es un requisito formativo muy recomendable y casi obligatorio si se quieren realizar investigaciones punteras.

Fuente: Europa Press.