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Detenido por criar 60 gallos destinados a peleas en Almería

Detenido por criar 60 gallos destinados a peleas en Almería

La Policía Nacional ha detenido a un hombre de treinta y cuatro años acusado de un delito de maltrato animal por la cría de unos sesenta gallos destinados a su empleo en riñas a los que se hallaban en jaulas y a los que se había amputado la cresta, afilado sus espolones y afeitado parte del plumaje, sentido en el que 2 de ellos se hallaban malheridos y tuvieron que ser sacrificados en el centro zoosanitario de Almería.

Los agentes localizaron un reñidero junto con las jaulas y un frigo con medicamentos veterinarios en una instalación próxima al rincón Flor Indálica, cercana al parque de El Boticario, una vez que la llamada de auxilio de un varón que decía haberse cortado con una botella movilizara a una dotación policial.

En la nave, donde también fueron halladas jeringas, tijeras, limas y una báscula, encontraron a los gallos encerrados, dos de ellos con heridas de gravedad con laceraciones en el pico, cuerpo y patas, mutilaciones y pérdida de ojos. Por el suelo fueron hallados restos de plumas y sangre fresca.

Traslado al centro zoosanitario

La Unidad Adscrita a la Junta de Andalucía de la Policía Nacional levantó un acta por la numerosas irregularidades presenciadas tras ser alertada, cada vez que las aves fueron trasladadas al centro zoosanitario de la capital.

Por su lado, el encargado de lugar y de los animales fue detenido por la Policía Nacional por un supuesto delito de maltrato animal. Pese a referir en todo instante que contaba con autorización administrativa para la cría y duelo de gallos, y que de ello hacía su actividad profesional, los agentes han apuntado que no pudo acreditar documentalmente ninguno de los extremos.

La legislación sobre riñas de gallos permite que las mismas se realicen en Andalucía, con la única finalidad de selección de cría para la mejora de la raza, y su exportación efectuada en criaderos y locales debidamente autorizados, con la asistencia única de sus asociados.

La Ley 11/2003 de Protección de los Animales no deja la amputación de crestas, afilar espolones, afeitar plumas de vientre y patas, y menos aún celebrar espectáculos de riñas al lado de una autorización y bajo la estricta supervisión de la Administración.

Fuente: Europa Press