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Sale adelante la Estrategia Aeroespacial de Andalucía 2027

Sale adelante la Estrategia Aeroespacial de Andalucía 2027

El Consejo de Gobierno ha aprobado la Estrategia Aeroespacial de Andalucía 2027, instrumento de planificación, ejecución y evaluación de las actuaciones públicas para apoyar a este campo económico, gravemente afectado por la crisis derivada del Covid-19. Dicha estrategia, impulsada por la Consejería de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades, se financiará tanto con fondos públicos como privados. Plantea como objetivo una inversión de 572 millones de euros, de los que 293 millones van a ser fondos públicos y 279 van a ser de aportación privada.

La Estrategia Aeroespacial de Andalucía nace de la voluntad del Ejecutivo andaluz de dotar a esta industria, motor de desarrollo económico y competitividad, de un instrumento integral de planificación por su carácter estratégico y su capacidad para fomentar la conversión hacia un nuevo modelo productivo basado en la innovación y el conocimiento.

La estrategia, que convierte a la comunidad en vanguardista en aprobar esta clase de instrumentos, establece 3 principales objetivos. En primer lugar, lograr un crecimiento sostenido de la facturación y el uso de calidad del sector, así como sostener su peso en el PIB andaluz. Seguidamente, fomentar la competitividad de la industria aeronáutica andaluza para alcanzar la convergencia con la media nacional y europea, para lo que el ahínco en I+D+i es fundamental. Por último, acrecentar el peso de las exportaciones.

Para la consecución de estos fines, la herramienta establece cinco líneas vertebradoras: inversión en tecnologías, cualificación del sector, promoción de nuevos productos y mercados, potenciación del ecosistema aeroespacial y formación para el sector. Todas se incorporarán mediante 12 programas, que incluyen un total de 57 medidas. Entre las primordiales medidas recogidas en el documento, destaca la apuesta por la competitividad de las áreas tradicionales, a través de la digitalización y la incorporación de tecnologías avanzadas en los procesos de fabricación. También apuesta por la diversificación de la actividad, muy centrada en la fabricación de aeroestructuras, y por una mayor presencia de la industria andaluza en actividades y productos de alto valor añadido.

Además, fija como prioritario el desarrollo de nuevos negocios como los RPAS (aeronaves sin tripulación) y sus aplicaciones, o el incremento de la internacionalización del negocio, con el objetivo de poder llegar a otros mercados y clientes. Además de esto, apunta a la importancia de reforzar la inversión del ámbito en I+D+i, lo que repercutirá en la diversificación de productos, mercados y clientes.

Este documento recoge otras actuaciones dirigidas a promover negocios de servicios aeronáuticos en los que la región tiene un importante músculo, como son los MRO (mantenimiento y reparación de aviones) o bien el adiestramiento de pilotos. Asimismo pone el foco en la participación de la industria andaluza en nuevos programas europeos de la defensa y el espacio, en la mejora de la calidad del empleo y en el fomento de la colaboración público-privada.

Actualizar prioridades frente al Covid

Si bien redactada inmediatamente antes de la crisis sanitaria, la Estrategia Aeroespacial de Andalucía dos mil veintisiete se aprueba en una coyuntura en la que sus propuestas resultan muy necesarias, teniendo presente el alcance que tiene la crisis económica derivada de pandemia. El Covid-19 está perjudicando gravemente al tejido empresarial aeronáutico, con la paralización de las comunicaciones aéreas y, en consecuencia, con la caída de la fabricación, generando un tiempo de fuerte inseguridad a corto plazo. Conforme los últimos datos libres, el volumen de vuelos ha caído un sesenta y seis por ciento en Europa y la facturación de las compañías del sector en torno al 40 por ciento .

Tras la aprobación de este documento estratégico, la Consejería de Transformación Económica formará el Comité de Seguimiento y Evaluación, cuya primera actuación será afinar las prioridades contempladas en la estrategia para dar respuesta a la situación motivada por la pandemia de Covid-19. Este órgano estará presidido por la Secretaría General de Empresa, Innovación y Emprendimiento de la Consejería de Transformación Económica y va a contar con la participación de la Secretaría General de Industria y Minas de la Consejería, la CEA, UGT-Andalucía y CCOO de Andalucía.

Proceso participativo

Este documento estratégico ha sido fruto de un proceso participativo, en el que se ha contado con los agentes relevantes del ecosistema aeroespacial de Andalucía y con personas especialistas y profesionales del campo. También han

tenido un papel señalado los agentes económicos y sociales más representativos de la comunidad -CEA, CCOO de Andalucía y UGT Andalucía-.

Para los trabajos de redacción, se han realizado entrevistas personalizadas y encuestas y se han organizado talleres de trabajo. En esta fase, han participado un total de 82 empresas e instituciones.

Radiografía del sector

El campo aeroespacial andaluz factura dos mil ochocientos treinta millones de euros, produce un empleo directo de catorce y quinientos siete puestos y está compuesto por 143 empresas, localizadas eminentemente en las provincias de Sevilla y Cádiz, si bien asimismo con presencia en Málaga, Córdoba, Jaén y Huelva. Contribuye con un porcentaje creciente al PIB andaluz, alcanzando el 1,73 por ciento en el año 2019, de acuerdo con los últimos datos libres.

El ámbito es bastante diverso en su tipología. Las actividades de montaje aglutinan a un mayor número de empresas, con un 34 por ciento ; le prosiguen las actividades mecánicas y utillaje (veinte por ciento ), servicios (16 por cien ), ingeniería y consultoría (12 por cien ), material eléctrico y electrónico (cuatro por cien ) y espacio y resto de compuestos y plásticos, tractoras y aviación general (cuatro por cien ).

Otro aspecto resaltable del segmento es la alta cualificación que caracteriza al empleo, en tanto que el 29 por ciento de los empleados son directivos y mandos intermedios y el 49 por ciento son operarios cualificados.