Europa Press. El Ministerio de Sanidad trabaja, en coordinación con las comunidades autónomas, a fin de que el Programa de Cribado Neonatal de la Hipoacusia del Sistema Nacional de Salud (SNS) sea incluido en la oferta de cribados poblacionales de la cartera de servicios comunes de salud pública y se realice conforme con los principios generales de la salud pública.

Específicamente, esta inclusión de efectuará conforme al comienzo de equidad (garantizando el acceso de toda la población diana en igualdad de condiciones, incluyendo las poblaciones más frágiles) y al comienzo de evaluación, como requisito «imprescindible» para conocer los resultados del programa.

También, el departamento que dirige Carolina Darias ha comenzado el desarrollo de un sistema que dejará contar con de información epidemiológica «más completa» y recoger los datos precisos para efectuar una evaluación anual de los resultados del Programa de Cribado Neonatal de la Hipoacusia del SNS.

La meta es prosperar la detección precoz, el diagnóstico y los tratamientos y también intervenciones, incluyendo en estas los implantes cocleares en todos y cada uno de los casos en los que estén indicados, como la atención temprana para, de esta forma, ofrecer la mejor atención integral a la población infantil con hipoacusia neonatal y a sus familias.

La prevención de la hipoacusia se fundamenta en la identificación y prevención de los factores de peligro, la detección temprana, el diagnóstico precoz y la instauración del tratamiento en los primeros meses de vida. El cribado neonatal de hipoacusia cuenta con evidencia sobre beneficios en salud y, por ello, forma parte de la cartera común de servicios del SNS.

El fin general del programa de cribado neonatal de hipoacusia es la detección precoz, el diagnóstico, el tratamiento y el seguimiento de todos y cada uno de los recién nacidos con hipoacusia. Aunque en España este programa ya se había comenzado en mil novecientos noventa y cuatro, fue en dos mil tres con la aprobación por la parte del Consejo Interterritorial del SNS del Programa de detección precoz de la hipoacusia cuando se le dio el impulso terminante para implantarlo.

En dos mil diez concluyó su implantación en todo el territorio y, hoy en día, se oferta a todos y cada uno de los recién nacidos en España, por norma general en el centro de salud de nacimiento y ya antes del alta hospitalaria.

La hipoacusia en recién nacidos forma un esencial problema médico, puesto que condiciona el desarrollo del lenguaje y el aprendizaje, repercutiendo en el desarrollo sensible y social del pequeño. La prevalencia de la hipoacusia en el recién nacido se estima entre uno con cinco y seis casos por mil pequeños nacidos vivos.

En lo que se refiere a la incidencia, se estima de 1 a tres por mil pequeños recién nacidos vivos para las hipoacusias innatas permanentes, a dos bandas y de intensidad moderada a profunda. Si se incluyen las hipoacusias leves y las unilaterales, la cantidad aumenta al tres-cinco por mil pequeños.

En recién nacidos con factores de peligro, la incidencia de hipoacusia neurosensorial de moderada a profunda es de diez a veinte veces mayor que en la población general. La mayor parte de las hipoacusias infantiles se manifiestan en el primer año de vida y el ochenta por ciento están presentes en el instante de nacer.

La detección y también intervención precoz en la hipoacusia innata mejora los resultados en el desarrollo del lenguaje, la lectura o bien la comunicación. También, los efectos negativos que provoca la discapacidad auditiva solamente pueden ser paliados a través de la aplicación de técnicas y procedimientos capaces de alentar la capacidad auditiva lo más precozmente posible aprovechando la plasticidad cerebral de los primeros años de vida y estimulando el desarrollo sociable y el lenguaje. Entre estos procedimientos resaltan la utilización de implantes cocleares.