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Una tecnología ‘low cost’ reduce los costes económicos y medioambientales del riego a presión

Una tecnología 'low cost' reduce los costes económicos y medioambientales del riego a presión

Europa Press. Investigadores del Departamento de Agronomía de la Universidad de Córdoba (UCO) han probado en campo una tecnología ‘low cost’ que reduce el costo y la huella de carbono del riego a presión, «ahorrando más de 2.000 euros y nueve toneladas de CO2 anuales».

De esta forma lo ha indicado la corporación universitaria en una nota en la que ha detallado que la innovación y el avance de la tecnología han facilitado la actividad agrícola en los últimos tiempos. Las técnicas de regadío tradicionales se fueron sustituyendo por técnicas de riego a presión, mejorando la eficacia del agua, pero aumentando la dependencia energética. Esto contribuye al costo energético del sector agrícola, que representa uno de los más altos en la Unión Europea.

Con el objetivo de aumentar la eficacia energética del regadío, los investigadores del Conjunto de Hidráulica y Riegos de la Unidad de Excelencia María de Maeztu-Departamento de Agronomía de la Universidad de Córdoba (Dauco) Juan Antonio Rodríguez Díaz y Jorge García Morillo han probado en campo una tecnología de bajo coste que aprovecha el exceso de presión de la red para producir energía.

Esta tecnología permitió, en la finca en la que se instaló, eliminar el generador diésel que se empleaba para alimentar equipos de filtrados, bombas inyectoras de fertilizantes y otros dispositivos necesarios para la campaña de riego, haciendo funcionar a la red de forma autosuficiente y con energía limpia. «El ahorro anual para el agricultor fue de dos mil cuatrocientos euros y la huella de carbono se redujo hasta en nueve toneladas de CO2, gracias a la supresión por completo del generador diésel», ha señalado la UCO.

Estos resultados se consiguen con la instalación de bombas hidráulicas que marchan como turbinas, conocidas como PAT por sus iniciales en inglés (‘Pump as Turbine’). El agua mueve el rodete y genera electricidad, como pequeña planta de energía hidroeléctrica, pero más económica que las turbinas tradicionales para pequeñas potencias puesto que la producción de bombas hidráulicas es considerablemente mayor, lo que afecta a su coste.

Los estudiosos usaron el modelo hidráulico ‘Epanet’ para efectuar un análisis teorético de las presiones que habría en esta red, determinando las situaciones más desfavorables y el punto en el que debería instalarse la turbina. Una vez evaluado el sistema se puso en marcha en campo, donde hay poquísimas experiencias de esta clase.

La fluctuación de caudales en regadío es muy alta y, para adaptarse a ella, en el diseño se incorporaron una serie de elementos de control para que a la turbina llegasen siempre y en toda circunstancia los caudales perfectos y la presión conveniente a fin de que pueda marchar con un desempeño elevado.

Para Jorge García, «otra innovación importante es el sistema de telemedida implantado que mide y registra las primordiales variables hidráulicas y eléctricas en tiempo real y deja monitorizar la planta vía web y realizar un análisis del comportamiento de exactamente la misma».

ZONAS AISLADAS

De esta forma, los labradores en zonas aisladas de la red eléctrica que tienen excesos de presión pueden producir su electricidad y reducir la dependencia energética de sus sistemas de riego o aun transformar sus instalaciones en autosuficientes energéticamente. Esta es una energía limpia y barata, agregando valor al producto final gracias a la reducción de la huella de carbono, «algo aun más importante para los agricultores que el ahorro económico en energía», ha agregado Juan Antonio Rodríguez.

La comunidad agrícola, representada por la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua) se muestra «interesadísima» ante el beneficio de eliminar los generadores diésel y autoabastecerse mediante energía renovable con esta tecnología desarrollada dentro del proyecto europeo ‘Redawn’ en el que tanto la Universidad de Córdoba como Feragua son asociados. La planta se ha instalado en la Finca Cortijo Calonge, que pertenece a la Comunidad de Regantes de la Margen Izquierda del Genil.