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Fundación Alalá, transformando el barrio de Las Tres Mil Viviendas de Sevilla a través del flamenco

Ensayo de una clase de baile en la Fundación Alalá. / Foto: Pepe Yáñez / Fundación Alalá.

Rosa Alcántara. Esta semana, la sección #SomosAndaluces nos lleva hasta Sevilla, más concretamente hasta el barrio de Las Tres Mil Viviendas donde nace en el año 2014 la Fundación Alalá. ALALÁ que significa alegría en ‘caló’, referente a un sentimiento que impulsa el crecimiento personal, la autoestima y que ayuda a que las personas brillen con luz propia.

Una fundación que tiene como objetivo el poder integrar socialmente a niños y jóvenes en riesgo de exclusión social, potenciando la formación en valores, utilizando como herramienta de transformación el flamenco, la cultura, el arte y el deporte.

Hablamos al teléfono con Blanca Parejo, directora general de la Fundación Alalá. ¿Cómo comenzó tu andadura en la fundación? Había trabajado varias veces en distintos voluntariados, nos cuenta Blanca, y su hermano José fue quien la involucró en el proyecto.

“Él estaba muy implicado con los niños y niñas de las Tres Mil Viviendas, en una asociación llamada ‘Caracafé’. Caracafé hace mención a un señor del barrio muy conocido, Emilio Fernández de los Santos, un guitarrista profesional, al que su hija le puso este apelativo cariñoso. El Maestro Emilio comenzó un proyecto ilusionante en el barrio, queriendo enseñarles a los niños a tocar la guitara, rodeándose de otros artistas del barrio con los mismos objetivos», y creando así una asociación.

Una asociación que al principio contó con pocos niños y también pocos donantes que les ayudaran económicamente a cumplir sus objetivos. Fue entonces cuando Blanca llegó, trabajando por conseguir financiación privada y más empresas colaboradoras y así nació en el año 2014 la Fundación Alalá, tras tres años como asociación.

¿Cuántos niños y niñas asisten a la fundación y cuántas personas hay en plantilla? En plantilla somos 13 personas — nos explica Blanca — 10 profesionales que imparten clases, personas muy involucradas con el barrio, y tres personas en el equipo directivo. Atendiendo a niños desde los 6 años hasta los 15 en las clases y desde los 15 hasta los 18 años los que juegan al fútbol. Además este ha sido su primer año como equipo Federado.

En un año normal, fuera de todo lo que ha traído el coronavirus, «contamos con más de 150 niños y niñas que atienden a nuestras clases gratuitas de guitarra, baile y cante, dos tardes en semana, y también hemos mantenido el deporte, como esencia fundacional», nos recuerda su directora.

«Normalmente suelen ser niños que vienen de familias humildes, con pocos recursos y que no pueden ofrecerles a los hijos la posibilidad de asistir a clases de este tipo. Además, — continua Blanca — también tenemos ayudas directas a las familias en relación a suministros y alimentación, que engloba nuestro programa de ayudas Atalanta».

¿Cuál es la clave del éxito de este modelo educativo? Parte de la clave del éxito, en opinión de la directora, «es que contamos con gente del barrio, profesionales, personas involucradas con el colectivo gitano, compartiendo el talento que nace de las Tres Mil Viviendas de Sevilla a través del flamenco. Generando un entorno saludable, fomentando valores y, a la vez, creando empleo».

En septiembre de 2019 intentaron replicar el éxito de este proyecto abriendo una sede en Jerez de la Frontera, donde actualmente atienden a 70 niños. ¿Por qué eligieron Jerez? «Básicamente fue porque muchos de los patronos de la fundación son jerezanos y están vinculados y apoyan barrios gitanos muy necesitados también en la ciudad gaditana».

“El flamenco viene de todas partes, nos ayuda a trabajar en igualdad y eliminar estereotipos sobre el colectivo gitano”, comenzando con los más pequeños. 

Para finalizar, nos gustaría saber cómo os ha afectado la crisis sanitaria que atravesamos. «Pues la estamos pasando como todo el mundo — nos confiesa Banca –. Estamos llevando a cabo las reuniones con muchas medidas de seguridad, dando las clases al aire libre, en la medida de lo posible, tomando la temperatura al comenzar las clases, ventilando las aulas y desdoblando clases debido a la reducción del aforo”.

¿Algún nuevo proyecto en el que estéis trabajando? «Estamos trabajando en dos programas muy bonitos. Uno enfocado en la pintura donde vamos a crear un mural en el centro cívico ‘El esqueleto’, en Sevilla. Pintando un bosque de las palabras, palabras que los mismos niños van a elegir y plasmar en esta pintura: amor, libertad, lo que les motive a cada uno«, nos cuenta Blanca.

El segundo, y muy especial, tiene que ver con el quinto aniversario de la Fundación con el que «pretendemos llevar a cabo una obra de teatro: ‘El Árbol del Flamenco’, que se representará en Sevilla y Jerez, y con el que estaremos encantados de ir a cualquier ciudad del país, incluso a Madrid si nos llaman».

Blanca nos dice que para ella “esto es más una vocación que un trabajo, te tiene que gustar mucho, porque hay que dedicar mucho tiempo a las personas. Y aunque parezca que puede ser un trabajo ingrato, porque los frutos tardan en madurar, al final te das cuenta de que funciona y que estas cambiando la vida de la gente.