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Descubren en Valencina un «cráneo de uro salvaje» de la Edad del Cobre entendido como «ofrenda ritual»

Recuperación del cráneo de uro descubierto en Valencina de la Concepción. / Foto: Deutsches Archologisches Institut Madrid. / Europa Press.

Europa Press. Las excavaciones arqueológicas promovidas en el sector septentrional del yacimiento que albergan los términos municipales de Valencina de la Concepción y Castilleja de Guzmán, fruto del asentamiento humano que acogía dicho entorno de la provincia de Sevilla durante la Edad del Cobre, han deparado el descubrimiento de un «cráneo de uro salvaje prácticamente completo», interpretado como una «ofrenda ritual» de aquella antigua cultura.

Hablamos de las casi 780 hectáreas de los términos municipales de Valencina y Castilleja de Guzmán protegidas como zona arqueológica, a cuenta de los múltiples vestigios prehistóricos localizados en esta zona de la comarca del Aljarafe.

La mayoría de tales restos arqueológicos están relacionados con el asentamiento humano que, con mayor o menor periodicidad, habría acogido este territorio durante la Edad del Cobre, con los ‘tholos’ de La Pastora, Matarrubilla y Montelirio como máximos exponentes de dicha cultura.

En ese sentido, un estudio publicado en la revista científica Journal of World Prehistory y recogido por Europa Press exponía que con una extensión calculada de unas 450 hectáreas, –unas 230 de ellas como necrópolis y unas 220 de poblado–, el asentamiento calcolítico de Valencina y Castilleja de Guzmán sería «de lejos el mayor asentamiento de la Edad del Cobre» en toda la Península Ibérica y «posiblemente uno de los mayores de Europa occidental en la Prehistoria tardía».

EL «CRÁNEO DE URO»

El trabajo de campo acometido en torno a esta estructura, según desgranan Thomas X. Schuhmacher, Alfredo Mederos y Charles Bashore, de la Universidad de Granada, supuso el hallazgo de un «cráneo de uro salvaje», un bóvido que habitaba Europa Occidental hasta su extinción en 1627. El cráneo fue descubierto «entero», a excepción de uno de sus cuernos, «colocado boca abajo sobre una vajilla cerámica fragmentada del Calcolítico, junto con una azuela de piedra y una pata de un ovicáprido juvenil en conexión anatómica».

Los investigadores atribuyen la desaparición del cuerno ausente del cráneo de uro descubierto «a las labores agrícolas que se llevaban a cabo en la parcela antes de la excavación», explicando que el citado cráneo ha sido «extraído en bloque» con la tierra con la que estaba compactadado, dado su «frágil estado», de cara a su estudio en el laboratorio.

Igualmente, una muestra del cráneo de uro será sometida a un estudio genético para avanzar en el conocimiento de «la evolución de esta especie y el proceso de domesticación del ganado bovino en la Península Ibérica».

Y dado el hallazgo de este «cráneo de uro casi completo» junto a «piezas de animales en conexión anatómica», en una «cuidada disposición sobre un lecho de fragmentos cerámicos y junto con una azuela de piedra», los investigadores han indicado a Europa Press que tienen la certeza de que «se trata de un depósito intencionado, probablemente una ofrenda ritual».