Andalucia Buenas Noticias

Ocho lugares encantados de Andalucía que tienes que conocer

M.E. Cuando tenía unos nueve años, el malagueño José Manuel Frías tuvo una experiencia que ha marcado su vida. Estaba durmiendo cuando se despertó sobresaltado e inquieto. Se sentó al borde la cama y en ese momento notó que alguien le tocaba el hombro como siempre hacía su abuelo por la tardes, cuando él se sentaba a la mesa a merendar. Pegó un respingo, miró hacia atrás y, lógicamente, no vio a nadie. Se metió de nuevo en la cama y volvió a dormirse. A la mañana siguiente le dieron la mala noticia de que su abuelo, que él sabía ingresado en el hospital aunque desconocía su gravedad, había fallecido. Y había sido justo a la misma hora en la que él había notado aquella presencia…

El autor malagueño e investigador de temas de misterio José Manuel Frías.

«En una ocasión, mi abuelo me había dicho que si había algo después de la muerte, cuando él falleciera, me mandaría una señal«, recuerda el malagueño. Como no podía ser de otra manera, aquella experiencia de la niñez ha marcado su concepto de la vida y, sobre todo, ha generado en él una visión esperanzadora. «Más allá de la muerte hay algo. Nuestros seres queridos se van… pero no del todo. Hay otro lado que no es tan feo como lo pintan. Por eso creo que no hay que tener miedo a la muerte, sino normalizarla como lo hacen en otros países. He conocido a mucha gente con experiencias similares y da la impresión de que ese mensaje que ofrecen es esperanzador», apunta Frías.

Aquel capítulo de su infancia se juntó con otras sensaciones, como la de ver cadáveres en la sala de disecciones de la Facultad de Medicina de Málaga -su padre era médico y daba clases allí-, despertando en él una capacidad de asombro y una curiosidad por la muerte y todo lo que la rodea que han guiado su trayectoria profesional.

De este modo, a día de hoy, José Manuel es uno de los investigadores españoles más prestigiosos de temas de misterio. 25 años de estudio y una veintena de libros -entre guías de misterio, historias desconocidas, relatos de terror, libros infantiles y para adultos…- abalan su bagaje en un ámbito al que cada día miran más los ciudadanos en busca de respuestas.

A pesar de que Frías se ha especializado en su tierra, donde ha registrado 1.800 casos en toda la provincia, también ha investigado mucho en el resto de Andalucía, España e incluso Latinoamérica. De este modo, el experto ha seleccionado para Andalucía Buenas Noticias ocho lugares encantados de nuestra comunidad autónoma y nos ha contado la historia y sucesos sin explicación que ocurren en cada uno de ellos. ¡Empecemos!

Almería: Teatro Cervantes

Este teatro de la capital almeriense fue escenario de un dramático acto de violencia de género. En 1922, al año siguiente de su inauguración, llegaba al espacio la obra ‘Santa Isabel de Ceres’, protagonizada por la actriz local Concha Robles Pérez. Ésta se había separado de su marido, un comandante de caballería del Regimiento de los Huésares de la Muerte llamado Carlos Verdugo. El militar no aceptó la decisión de su mujer y la perseguía asegundo que era suya.

Teatro Cervantes de Almería. / Foto: José Manuel Frías.

El día del estreno de la obra en el Teatro Cervantes, Verdugo logró colarse en la sala con un arma y acabó, durante la función, con la vida de Concha y de un joven de 16 años tras el que se escondió la joven. Al principio, el público pensó que aquellos disparos formaban parte del espectáculo… nada más lejos de la realidad. Finalmente, el comandante, al verse acorralado, se pegó un tiro en la sien con la suerte -o no-  de que el hueso parietal no dejó pasar la bala y sólo se quedó tuerto. Eso sí, le cayeron dos condenas a cadena perpetua.

A raíz de esta historia, los fenómenos paranormales que desde hace años acontecen en el teatro se asocian al espíritu errante de la pobre actriz. Sonido de pasos en plantas vacías, susurros al oído de los trabajadores, puertas que se abren y cierran solas, objetos que se desplazan solos, incluso que se elevan o caen sin que medie mano humana.

Pero las experiencias más terroríficas han sido las apariciones de un fantasma con forma de mujer con un pañuelo en el cuello que se sienta o pasea por las gradas del teatro cuando éste está cerrado. Empleados del espacio escénico han corrido despavoridos al perder una herramienta y localizarla en manos de una señora de espaldas en una habitación contigua, o al mirarse a un espejo y ver reflejado en él a una segunda persona

Cádiz: Casa del Obispo

Convertida hoy en museo, la Casa del Obispo de Cádiz, antes palacio episcopal, de ahí su nombre, esconde bajo sus cimientos siglos de historia. Los fenicios ya ocuparon este terreno en el siglo VI a.C. y lo convirtieron en un lugar de culto con la edificación de un importante monumento funerario, uno de los más destacados de la Península Ibérica. Las civilizaciones venideras continuaron utilizando el emplazamiento para sus rituales relacionados con el más allá, incluso sanaciones en época romana.

Casa del Obispo de Cádiz. / Foto: José Manuel Frías.

Conociendo parte de su pasado, no es de extrañar que donde antes hubo un espacio espiritual, ciertas almas errantes continúen sorprendiendo a los vivos. Los vigilantes de seguridad de la Casa del Obispo han registrado en las grabaciones de seguridad hechos inexplicables, como «curiosas luminarias que pasan de un lugar a otro, o que incluso parecen atravesar las paredes, sin que pueda existir error óptico dada la alta resolución de los aparatos», asegura Frías.

Las mismas cámaras han captado, estando vacío el edificio, siluetas con apariencia humana de hombres, mujeres y hasta niños. Y las luces del recinto, programadas para que se enciendan al paso de los visitantes, se iluminan, a veces incluso de manera ordenada, «como si alguien invisible, pero captado por los sensores, estuviera recorriendo en orden las salas del yacimiento».

A estos efectos visuales sorprendentes, se suman los pasos, golpes, susurros, descensos bruscos de temperatura e incluso huellas desconocidas en la tierra que los trabajadores de la Casa del Obispo perciben en ocasiones.

Córdoba: Castillo de Almodóvar del Río

En el municipio cordobés de Almodóvar del Río se erige una de las fortalezas españoles mejor conservadas y entre cuyos muros se encierra la trágica historia de la princesa Zaira. A principios del siglo XIII, en época de la reconquista cristiana, en el Castillo cordobés habitaba un rey musulmán junto a su esposa, Zaira. Éste partió a defender sus tierras de los cristianos, perdiendo la vida en la gesta. El castillo fue finalmente ocupado por los hombres de Fernando III, quedando la princesa musulmana confinada en la mazmorra y la torre del Homenaje. La historia cuenta que, tras tener la certeza de que su esposo no regresaría a rescatarla, Zaira cayó en una profunda depresión: dejó de comer y dormir y acabó pereciendo de pena.

Castillo de Almodóvar del Río en Córdoba. / Foto: José Manuel Frías.

Para muchos, los sucesos paranormales que acontecen en el Castillo de Almodóvar son manifestaciones del alma torturada de la princesa musulmana, cuyo espíritu aún no ha abandonado la fortificación. Trabajadores del castillo aseguran haber oído voces y portazos y, en una ocasión, gracias a una grabadora analógica, el conservador Alfonso Luna logró recoger «la voz de una mujer a lo lejos, llorando, así como sonidos de cadenas y un posible corazón que bombeaba de manera lenta», recoge Frías en una de sus investigaciones.

Pero los testimonios más escalofriantes proceden de los propios visitantes a la fortaleza, muchos de los cuales han visto a una mujer vestida de blanco, morena, con el pelo largo, llorando sin consuelo. Entre las narraciones más llamativas, destaca la de una turista americana que creyó ver a alguien tirándose desde la torre del Homenaje mientras aparcaba en el recinto. Salió corriendo para dar aviso en el castillo, pero cuando acudieron al lugar de los hechos, bajo el suelo de la ventana no había nadie.

En la misma línea, una visitante de Jaén entró en la oficina de turismo del castillo tras visitarlo y dio la enhorabuena a la responsable que allí se encontraba por la proyección que tenían en la mazmorra. La empleada no entendía bien aquella felicitación, dado que no hay tal recreación en ningún punto del castillo… Y es que la joven no había sido consciente de que la mujer que lloraba desesperadamente en la penumbra de la mazmorra era un fantasma… probablemente el de la princesa Zaira, a quien además le gusta especialmente mostrarse ante los vivos el 28 de marzo.

Granada: Hospital San Juan de Dios

Los edificios donde la muerte tiene tanta presencia como son, por ejemplo, los hospitales suelen ser focos de apariciones. En Granada, la palma se la lleva el centenario Hospital de San Juan de Dios, cuyo particular espíritu, el del criado morisco Frasquito, avisa de que alguien va a perecer en los próximos minutos en el centro sanitario.

Interior del Hospital San Juan de Dios de Granada. / Foto: José Manuel Frías.

El origen del actual uso hospitalario de la construcción se encuentra en la figura de quien ahora le da nombre. Juan Ciudad (San Juan de Dios) logró hace seis siglos, con el apoyo del capitán de los Tercios de Flandes Antón Martín, la concesión de aquella propiedad -que pertenecía a la Orden de los Jerónimos- para establecer un pequeño hospital. Se convirtió en un centro puntero, pues fue el primero donde se aplicó la terapéutica moderna.

El citado capitán tenía un criado morisco llamado Frasquito que acabó sus días de manera bastante trágica. Cuando comenzó la famosa expulsión de los moriscos de España a finales del siglo XV, el pobre hombre «decidió esconderse en el aljibe del hospital. Debido a su escasa o inexistente alimentación, y a la inspiración constante de un aire viciado, murió en aquel pequeño habitáculo«, explica José Manuel Frías.

Desde entonces, gran parte del personal médico ha tenido alguna experiencia con este sirviente fiel, al que consideran un «fantasma bueno» que quiere contribuir a la continuidad y buen funcionamiento del centro hospitalario. Cuando va a pasar algo malo, este hombre, al que describen como de 45 años, bajito, con barba y túnica, se aparece, toca timbres, abre y cierra puertas e incluso tira de la bata a más de un sanitario.

Huelva: Palacio del Marqués de Ayamonte

En la localidad onubense de Ayamonte, fronteriza con la vecina Portugal, se encuentra un hermoso palacio propiedad, en la actualidad, del afamado pintor local Florencio Aguilera. Esta casona señorial se conoce como Palacio del Marqués de Ayamonte y tiene un inquilino muy especial: el espíritu del ajusticiado Manuel Luis de Guzmán y Manrique de Zúñiga, VII marqués de Ayamonte y IV marqués de Villamanrique.

Palacio del Marqués de Ayamonte. / Foto: José Manuel Frías.

A principios del siglo XVII, el noble mandó construir esta edificación, que posee un patio interior al que dan todas las habitaciones de la planta baja de la casa. Pero Manuel Luis fue acusado en 1640, como bien explica Frías, de «instigar una conjura separatista apoyando la secesión de Andalucía, a la vez que se le culpaba de haber hecho entrega de unos documentos que lograron hacer abortar la reintegración de la corona portuguesa a España«.

Finalmente, el marqués fue detenido y decapitado, según algunos le cortaron la cabeza en el mismo palacio. «Dicen que, desde aquel momento, el alma del ajusticiado no descansa tranquila, y aun continúa deambulando por el palacete que fue su hogar. Allí se ha aparecido a posteriores moradores, como una figura que deambula por los pasillos que horadó con sus pies en vida, dejando oír el sonido de sus pisadas. En esos momentos, la sensación de los testigos es de frío intenso», recoge el investigador malagueño.

Jaén: Molino del Cubo

A dos kilómetros de Torredonjimeno se encuentra uno de los lugares encantados de Jaén. Se trata del Molino del Cubo, un molino harinero, el más grande y mejor conservado de Andalucía, construido en el siglo XV y que se caracteriza por su forma cúbica. En él concurren nada menos que tres curiosos personajes de otros mundos: un duende verde, un niño fantasma y un espíritu oscuro con levita y sombrero.

Molino del Cubo, en la provincia de Jaén. / Foto: José Manuel Frías.

El duende quizá sea el de mayor tradición. Las mujeres que iban a lavar la ropa al arroyo hace décadas ya se lo cruzaban y eran víctimas de sus travesuras, pues el pequeño ser, que viste sombrero de pico y tiene la capacidad de levitar, gustaba de tirarles piedras.

El más esquivo de los tres personajes es, sin duda, el niño de pasos invisibles, pero cuyas huellas quedan plasmadas en el polvo y la tierra. «De él se comenta que murió de manera occidental en el arroyo, quedando su espíritu anclado al lugar, espiando a los caminantes desde aquellas ventanas centenarias», asegura José Manuel Frías.

Por último, el alma de un hombre vestido de oscuro, probablemente una víctima de la Guerra Civil, se pasea por el molino y sus alrededores. Según testimonios recogidos por el experto malagueño, «algunos caminantes se lo han tropezado, creyendo estar enfrentados a un ser de carne y hueso, con el que incluso han llegado a conversar. La sorpresa llega cuando el espíritu se desvanece en el aire como si jamás hubiera existido«.

Málaga: Plaza de Bernardo de Gálvez 

En el siglo XVIII, en la localidad malagueña de Macharaviaya, residía una familia muy importante de la nobleza española de la época: los Gálvez. Sirva de ejemplo que José de Gálvez fue Ministro de las Indias y su sobrino, Bernardo, fundador de Galveztown (USA) y precursor, junto a George Washington, de la Independencia de los Estados Unidos.

Entre la iglesia de San Agustín, su cementerio y el Mausoleo de la familia Gálvez en Macharaviaya suceden extraños acontecimientos./ Foto: José Manuel Frías.

Esta noble familia cuenta en la plaza central de Macharaviaya con un panteón y, curiosamente, entre este mausoleo, la iglesia de San Agustín y su cementerio son sonadas las apariciones y sucesos inexplicables que acontecen.

Uno de los más recordados tuvo lugar en los años 90, cuando el mausoleo fue objeto de unas obras de remodelación. Dos obreros que allí trabajaban vieron un día, al caer la tarde, «a varias personas que caminaban lentamente por la zona del altar, a escasos metros de ellos», recoge Frías. Se trataba de un desfile de personajes ataviados con ropas antiguas que desaparecieron, al igual que había hecho su puesta en escena, de repente y atravesando uno de los muros. El susto de los trabajadores fue tal que salieron corriendo despavoridos jurando no volver.

En otra ocasión, un equipo de investigadores que grababa un documental para una televisión local utilizó una oui-ja para comunicarse con los espíritus de la cripta. Entablaron conversación con uno a través del tablero y éste acabó apagando de manera repentina las luces para invitar a marcharse a los allí presentes.

También se han captado numerosas y claras psicofonías en el lugar de descanso de los Gálvez, voces, en su mayoría, de mujeres que parecen hablar en castellano antiguo, manifestando hasta expresiones bastante largas.

Este capítulo se completa con la aparición en fotografías tomadas en el mausoleo de sombras y elementos luminosos de origen inexplicable. Llama la atención especialmente una bautizada como ‘Espíritu del Nicho’. Como explica José Manuel Frías: «una vidente estaba siendo a punto de ser hipnotizada para intentar percibir presencias dentro de un nicho en el que iba a ser introducida. Minutos antes de ello, la mujer paseaba observando los nichos, apareciendo en la foto una extraña figura alargada que sale de uno de ellos y se mete en su cuerpo por la espalda».

Sevilla: Parlamento de Andalucía

En la capital andaluza se erige majestuoso el antiguo Hospital de las Cinco Llagas u Hospital de la Sangre, actual sede del Parlamento de Andalucía. Durante 413 años (1559-1972) este inmueble de grandes dimensiones se dedicó a atender enfermos, muchos de los cuales perecieron entre sus paredes. De hecho, en las obras de cimentación llevadas a cabo en los años 80 se encontraron restos óseos de esta época histórica, los cuales fueron finalmente sepultados en una fosa común en el sevillano cementerio de San Fernando.

Interior del Parlamento de Andalucía. / Foto: José Manuel Frías.

Según apunta el experto malagueño, «aunque no se conservan muchos datos respecto al día a día del Hospital de las Cinco Llagas, lo cierto es que se sabe de la existencia de una monja que, allá por el siglo XVII, trabajaba en él». Esta religiosa, Sor Úrsula, murió en el hospital, víctima de un contagio, y muchos aseguran que su espíritu sigue vagando por el Parlamento.

De hecho, cuando aún era hospital, si la monja se aparecía junto a la cama de un enfermo era señal de que éste estaba a punto de morir. Hoy día, quienes la ven pasear con su hábito oscuro y haciendo sonar unas llaves, son los políticos, trabajadores y vigilantes de la Cámara, incluso vecinos de esta zona del barrio de la Macarena

Al margen del espíritu de la religiosa, en la sede del Parlamento tienen lugar sucesos inexplicables, como puertas que se abren y cierran solas, luces que se encienden y apagan a su antojo, sonidos de llantos, repentino aroma a antiséptico, sensación de frío e incluso hay quienes han notado la presencia de unos ojos que les observan desde el vacío.

Rutas Misteriosas y próximo libro

Historias como las aquí expuestas, pero contadas in situ, en los lugares donde han ocurrido, las realiza José Manuel Frías a través de la iniciativa Rutas Misteriosas. El experto es uno de los guías por la provincia de Málaga de este programa, que cuenta en la misma con casi una quincena de propuestas.

«Empecé como guía porque los lectores venían a mis presentaciones de libros y me decían que lo mismo que escribía se lo contara en los sitios donde ocurrió. Me pareció una gran idea poner al escritor en la calle para explicar cara a cara lo que había investigado», reconoce el malagueño, quien ha llevado sus casos además a espacios televisivos como ‘Cuarto Milenio’.

Por último, Frías comenta que está aprovechando estos meses de restricciones de movilidad, que le están impidiendo acudir a diversos lugares para continuar con sus investigaciones, para redactar temas pendientes. En este sentido, el experto está trabajando en una nueva novela que verá la luz muy pronto, así como en un ejemplar sobre la muerte de personajes famosos en extrañas circunstancias.