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Vuelven las castañas asadas, la gran tradición del otoño

Vuelven las castañas asadas, la gran tradición del otoño

Redacción. Después de unas semanas reacios al cambio de estación y de olvidarnos completamente del verano, parece que el otoño se va abriendo verdaderamente paso e instalándose en nuestras vidas. El frío ha llegado para quedarse, hacer el cambio de armario es ya una necesidad, y los días más cortos empiezan a notarse. Pero sin duda, una de las mejores tradiciones y que más consumidores gana cada año, es la de las castañas asadas.

Este alimento es identificado popularmente como fruto seco, pero lo cierto es que sus propiedades nutricionales se asemejan más a las características de los cereales. Las castañas son una gran fuente de fibra, y ricas en hidratos de carbono. Su gran diferencia con los frutos secos, es que estos llevan una mayor cantidad de grasa y por tanto un contenido calórico mayor.

Por tanto, la castaña no solo es un alimento sano, sino que además es muy recomendable incorporarlo a nuestra dieta. En nuestro país -y no sólo en España- es tradición encontrarnos cuando llega el frío, puestos que desde 1€ o 2€, nos preparan un cucurucho con varias castañas asadas. Desde niños, adultos o abuelos, nadie se puede resistir a ellas. Y las típicas colas en los puestos lo refleja cada año.

Su temporada abarca desde comienzos del mes de octubre, hasta finales de Diciembre, cuando el frío ya ha ganado el pulso al otoño y el invierno se da paso. Durante estos meses, encontramos los puestos que -normalmente- cada año repiten lugar y regencia. Estos puestos de castañas suelen pasar de padres a hijos, de una generación a otra, ya que asar las castañas de forma correcta, tiene una magia especial que no cualquiera podría hacerlo.

Otra forma de consumirlas, es comprarlas del mismo supermercado. Se suelen vender en bolsas y una vez en casa, podemos degustarlas de la forma que prefiramos. Algunos se atreven a asarse sus propias castañas, pero también se pueden comer crudas, cada uno como más le guste.

Si nunca te habías planteado hacerlas en casa, te contamos esta sencilla receta. Solo necesitamos unas cuantas castañas -mejor que compruebes en primer lugar que no están abiertas, ya que algunas pueden estar en mal estado-, y sal. Con eso, y un horno o una sartén lo tenemos listo. Para el horno, es tan fácil como precalentarlo a 200ºC durante 10min, ponerlas en una bandeja a una altura media, y dejarlas aproximadamente otros 10min. Tras esto, añadimos sal al gusto y ¡listo! Consejo: no las dejes enfriar demasiado o te costará pelarlas.

En esta receta contamos con un horno, pero no es la única forma de hacerlas. Si preferimos ser un poco más tradicionales, podemos hacerlas con una sartén y fuego de la cocina de gas. Es tan sencillo como hacernos con una sartén especial para este menester, que cuenta con una serie de agujeros en el fondo. En cualquier ferretería o tienda de menaje la podremos encontrar. Una vez la tengamos, ponemos nuestras castañas previamente rajadas en la sartén, con una pizca de sal, y las dejamos sin tapar a fuego fuerte. Vamos moviendo la sartén de cuando en cuando para que no se nos quemen en exceso. Normalmente este proceso, hasta que la castaña está en su punto, es de una media hora. Una vez veamos que ya están listas, dejamos reposar tapándolas con un trapo de algodón colocado encima. Debemos recordar que este método es más lento, ya que la cantidad de castañas que podemos hacer en cada tanda es menor.

Con todo esto, no es de extrañar que estés pensando en hacerte con un buen puñado de castañas en tu próxima compra, o acercarte a tu puesto de castañas más cercano. Este año los pequeños comercios lo tienen algo más difícil, y una bonita forma de apoyarlos, es también llegarnos a uno de estos puestos en los que alegraremos con nuestra visita.